Factores que influyen en el aprendizaje
“Examinadlo todo; retened lo bueno”.

1 Tesalonicenses 5:21, RVR 1960 versión online

El conocimiento en nuestra era avanza de manera impresionante y los aprendizajes no se limitan a un período o estado de la vida. Por lo tanto, cuando hablamos de aprender, es necesario considerar que el ser humano aprende e interpreta el mundo desde su experiencia y el contexto donde se desarrolla. Existen variables o factores que afectan el aprendizaje y que pueden influir en su evolución, sobre todo, cuando hablamos de aspectos académicos o estudiantiles. Antes de mencionar algunos de estos factores, es necesario recordar que como base existe un aprendizaje multifactorial, que no necesariamente es consciente ni tampoco intencional. Nos referimos al que desarrollamos de manera práctica, casi inconsciente, a través de situaciones que debemos enfrentar y/o resolver en la vida cotidiana. Pero centrándonos en lo académico, convenimos en que debe manifestarse un proceso de aprendizaje continuo, consciente e intrapersonal. Ese proceso involucra una construcción propia que evoluciona en el tiempo y que se desarrolla en la medida de las capacidades personales que cada uno tenga. Pero también existe un aprendizaje interpersonal que debemos tomar en cuenta, que solo se logra a través de procesos sociales, culturales y disciplinares que forman parte importante del desarrollo estudiantil.

Ahora bien, los factores que pueden influir en los aprendizajes académicos claramente tienen que ver con la naturaleza de cada persona en su forma de aprender. Por ello, para acercarnos un poco más a estos conceptos, a continuación, observaremos 4 variables que potencian o dificultan el aprendizaje con consideraciones para la docencia:

  • Fisiológicos. Se relacionan con la edad, la salud, el sistema nervioso, el nivel de ansiedad o estrés y los tiempos de reacción. Se debe tomar en cuenta el contexto del estudiante. Por ejemplo, su baja concentración en clase puede estar afectada por ansiedad, falta de alimentación adecuada o ritmo de aprendizaje. Algunos aprenden mejor de mañana, otros de tarde o incluso de noche.

  • Socioafectivos. Se relacionan con las emociones, los sentimientos y las relaciones con los demás. Al planear acciones y experiencias de aprendizaje es importante conocer la configuración personal que tengan los estudiantes al aprender, para plantear de manera adecuada las acciones que desarrollen su intelecto, ya que estos aspectos pueden ser determinantes para el éxito o el fracaso.

  • Ambientales o contextuales. Se relacionan con el espacio, el tiempo, las relaciones interpersonales, la naturaleza y el ambiente, entre otros. Existen variados estilos de aprendizaje, por lo que es importante observar cuáles son las formas en que aprenden los estudiantes para que se desarrollen en su propio estilo y aprendan otros nuevos. Al generar trabajos en equipo, por ejemplo, es bueno que se equilibre con estudiantes que tengan distintos estilos de aprendizaje.

  • Cognitivos. Se relacionan con los hemisferios cerebrales. Es útil generar experiencias de aprendizaje que estimulen y potencien ambos hemisferios de manera equilibrada, para lograr un aprendizaje más integral.

En definitiva, “examinar todo y retener lo bueno”, nos permite evaluar, reflexionar y comprender mejor cada situación que se nos presente, no solo como educadores cristianos sino como seres individuales que necesitan cumplir su misión.