Las nuevas tecnologías han revolucionado la forma de educar, de encontrar información, y también han cambiado nuestra forma de aprender; pero ¿y de enseñar?
Seguro que muchos se escandalizaron al introducir en las aulas la máquina de escribir, cuando antes siempre utilizábamos el lápiz, la pluma o el bolígrafo; y después llegaron las calculadoras, que “iban a hacer desaparecer la capacidad de cálculo a los alumnos”.
¿Te imaginas lo que supone introducir una tablet en nuestra forma de enseñar y dar clases?
Si introducimos la tablet en el aula, puedes dar a tu clase una fuente extra y casi inagotable de nuevos recursos didácticos, un aumento de la creatividad en clase, mayor atención a la diversidad, motivación ante las tareas escolares y un incremento de la colaboración entre los alumnos.
Aunque introducir las Tablets en la educación puede llegar a ser una gran ventaja para todo el mundo escolar, hay que tener en cuenta que por sí mismas no garantizan el aprendizaje, y que es el docente el que debe dirigir y decidir el uso de la tablet en el aula, adaptarse a esta nueva metodología de enseñanza y estar preparado y dispuesto a sacarle el mayor partido posible a esta nueva herramienta.
Por eso, presento diez razones o consejos:
Como comentamos antes, introducir una tablet en el aula como nueva forma de enseñar no cambia la forma de educar sino que la ayuda. El profesor siempre será el guía, el que dirigirá y decidirá qué, cuándo y cómo va a tratarse cada tema en clase.
Una tablet se convierte en una herramienta educativa ideal, por su transporte y manejo. Tienen un buen tamaño, no pesan, la batería (dependiendo del modelo) tiene bastante duración y gozan de sistemas operativos estables.
El profesor dirige la clase desde su tablet y los alumnos la siguen cada uno con su propio dispositivo, como si se tratara de un libro. Así, el alumno se centra en la pantalla de su tablet y puede interactuar con los contenidos didácticos que el profesor propone en cada momento.
La tablet es un elemento interactivo; así que, se pueden beneficiar de ello modificando, añadiendo o quitando nuevas aplicaciones, buscando información rápidamente, si es necesario… todo ello con mucha facilidad, sin que el profesor tenga que ser un experto informático para poder dirigir una clase con la tablet.
Con la tablet conseguimos captar mejor la atención del alumno y fomentamos la motivación, ya que es una nueva forma de aprender dinámica, divertida y diferente. Además, mejora la memoria visual.
¡La seguridad no es un problema! Se pueden aplicar filtros de control parental si fuera necesario, para aumentar la seguridad de tus alumnos en las búsquedas de información por la red.
La tablet favorece un aprendizaje más personalizado, ayudando especialmente, a aquellos alumnos con mayores dificultades para aprender.
Una tablet fomenta mayor creatividad ya que existen multitud de herramientas para crear elementos nuevos de aprendizaje, como videos, crear presentaciones interactivas, hacer dibujos y ejercicios… las posibilidades son casi infinitas.
Aunque la tablet tiene un coste elevado para algunas familias, es muy cierto que cada año se compran más tablet para niños y adolescentes como una herramienta de juego, como si fuera una consola. ¿Por qué no animar a los padres a aumentar los usos de la tablet?
Las aplicaciones son una de las mayores razones para utilizar las Tablets en el aula. Hay para todos los gustos y la mayoría son gratuitas. Escoge la que mejor se adapte a la edad de tus alumnos y a sus necesidades. Se lo pasarán en grande aprendiendo de una forma divertida y colaborando entre ellos para encontrar la solución a los ejercicios que les plantees.
Fuente: softaula.net
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