En la actualidad, cada uno de nosotros a escrito en Internet, ya sea por necesidad o por placer. En este artículo compartiremos consejos útiles para que al momento de escribir lo hagamos con mayor precaución.
Una persona de 50 años de edad que aprendió a escribir desde pequeño, sin duda ha pasado por varias etapas. Primero, la escritura manuscrita, con un lápiz; luego con una pluma a tinta hasta que llegó el bolígrafo. Más tarde, quizás en su adolescencia, aprendió a escribir con el teclado QWERTY de las extintas máquinas de escribir. Aparecieron los ordenadores y los teléfonos móviles. Actualmente existen fantásticas herramientas para escribir sobre un soporte de papel o hasta en pantallas táctiles. Pero, ¿hemos aprendido a escribir en dos o tres dimensiones? Realmente, esto es lo que nos proporciona Internet. Somos conscientes de que nuestras palabras no entienden de fronteras, ni de espacio, ni de tiempo.
La palabra redactar viene del verbo latino redigere, que significa, entre otras cosas, amontonar. Etimológicamente hoy tiene más sentido que antes. Cuando redactamos para el soporte digital contamos con herramientas que nos permiten crear hipertextos. Conceptos como hipertextualidad, interactividad y multimedialidad son habituales en los escritos digitales.
Diez consejos para escribir bien en Internet
Adaptados del texto de Mario Tascón, Escribir en Internet. Puedes echarle un vistazo.
Sigue pautas de usabilidad: el diseño y el contenido de tus textos debe facilitar la localización de la información más significativa.
Empieza por buscar un titular descriptivo y que incluya palabras clave para que los motores de búsqueda las localicen.
Dentro del lead o entrada, situado en la parte superior de la página, escribe las conclusiones. Continúa incluyendo la información de apoyo y después la de contexto. Estarás aplicando el modelo periodístico de la pirámide invertida pero adaptado a los nuevos medios.
Teniendo en cuenta que el usuario escanea la página en busca de información, capta su atención con elementos destacados: ladillos, encabezados, listas, palabras en negrita… Sin embargo, no abuses de las mayúsculas, son difíciles de leer y en Internet equivalen a gritar.
Redacta párrafos breves con una sola idea. Abandona las frases subordinadas y apuesta por estructuras sencillas y llenas de acción.
El enlace es un importante aliado para tus textos. Además de ayudarte a segmentar la información extensa, el hipervínculo funciona como palabra clave para los buscadores de Google y otros. Y aún hay más, enlazar a fuentes fiables puede aumentar la credibilidad de tu información.
Utiliza un diseño sencillo y ordenado. Si jerarquizas la información siguiendo los mismos elementos visuales —color, fuente y tipo de letra—, ayudas al usuario a situarse en la página. Con respecto a la sencillez, mejor no abuses de los tipos de fuente.
Si quieres que tus textos sean visualizados desde cualquier dispositivo o navegador, utiliza fuentes disponibles en todos los ordenadores. Arial y Verdana son las más sencillas de leer. Dales un tamaño de fuente superior a 10.
El contraste de colores entre el texto —colores oscuros— y el fondo —colores fríos— dará la impresión de limpieza visual.
Internet se enriquece con la participación de la audiencia. Algunas fórmulas para ello son la apertura de noticias a los comentarios de lectores, las encuestas o la utilización de las redes sociales para difundir tus contenidos.
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