No importa de quién se trate […] el Señor les ha bendecido con facultades intelectuales capaces de ser desarrolladas. […]. Eduquen y disciplinen la mente por el estudio, la observación y la meditación. Elena de White, Mente, carácter y personalidad, tomo 1 (leer cita online en su contexto).
Existen muchos aspectos positivos y grandes ventajas de entrenar el pensamiento. Algunas ventajas son a nivel personal, otras se aplican a la vida profesional, pero todas son útiles en el quehacer cotidiano. Listamos algunas a continuación.
Tomar decisiones.
- Priorizar.
- Buscar soluciones y alternativas.
Escuchar diferentes puntos de vista y opinar sobre algún hecho.
- Resolver problemas.
- Trabajar en equipo.
Ser operativo. Saber hacer.
Comunicar de manera efectiva y eficaz.
Cambiar la manera de pensar.
Aprender de maneras más eficientes.
En un mundo tan competitivo como el que vivimos, quien haya entrenado su pensamiento tendrá mayores y mejores oportunidades de trabajo y de realizar actividades con mayor eficiencia.
Cuando se habla de pensar se pueden expresar diferentes ideas. Uno puede suponer que sabe pensar, y esto es cierto; pero no siempre se ha cultivado el hábito de hacerlo en profundidad y tampoco un tipo de pensamiento claro, ordenado, riguroso y creativo. Aprender a pensar de manera analítica, crítica, creativa y además ser consciente de ello, es una habilidad que se aprende y que es posible perfeccionar con el apoyo de estrategias y de la práctica constante.
El pensamiento es inherente al ser humano, pero muchas veces no se es consciente de ello, no asumimos las habilidades del pensamiento. Al no haber conciencia, tampoco se busca fortalecerlas. Es decir, no nos damos cuenta de qué habilidad estamos utilizando y si la estamos usando correctamente.
Enfrentar y responder efectivamente a un problema o brindar una solución alternativa puede ser el resultado del entrenamiento del pensamiento, de la practica del pensamiento analítico, crítico y creativo. Ayudará incluso a saber cual habilidad elegir para enfrentar y solucionar cada problema diferente. Louis E. Raths, en su libro Cómo enseñar a pensar, plantea algunas habilidades y operaciones de pensamiento que una persona debe desarrollar.
Comparar. Buscar semejanzas y diferencias.
Resumir. Saber distinguir entre elementos esenciales e importantes.
Observación. Percibir elementos esenciales.
Clasificar. Incluye seleccionar, agrupar y organizar.
Formular críticas. Dar una opinión sobre lo bueno y lo malo acerca de los hechos y las situaciones.
Interpretar. Encontrar sentido o significado a experiencias, situaciones, hechos.
Buscar suposiciones. Emitir una serie de hipótesis sobre situaciones, fenómenos.
Imaginar. Alejarse de la realidad para representar mentalmente situaciones y/o fenómenos. Desarrollar el pensamiento lógico y creativo.
Reunir y organizar datos. Recuperar una serie de información para organizarla según diferentes criterios.
Teorizar. Establecer posibles respuestas a problemas o situaciones.
Aplicación. Capacidad de utilizar lo aprendido a nuevas situaciones.
Tomar decisiones. Optar, elegir entre varias opciones, de acuerdo con ciertos criterios.
Hacer propuestas. Buscar soluciones concretas a los problemas.
Es completamente necesario aprender a pensar bien, esto tendrá muchísimas ventajas en la vida estudiantil o profesional. Es necesario cultivar estas habilidades, resolviendo problemas de todo tipo, practicando la lectura comprensiva, esquematizando los desafíos, creando cosas, escribiendo, produciendo. Con trabajo personal y dedicado, es posible mejorar los dones que Dios nos ha dado.
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