El efecto sorpresa es un recurso muy presente en el aprendizaje durante la infancia, sin embargo, a partir de la adolescencia se vuelve inusual. Hay numerosas teorías y modelos que tratan de explicar cómo aprenden los seres humanos; parte importante del aprendizaje se da cuando el cerebro recibe estímulos y realiza el proceso denominado sinapsis, que no es más que la comunicación entre las neuronas, lo cual permite que nueva información se vaya almacenando en el cerebro.

Según la psicología, el aprendizaje es un cambio de comportamiento o las asociaciones mentales como resultado de una experiencia. Un proceso mediante el cual se adquiere una determinada habilidad, se asimila una información y se adopta una nueva estrategia de conocimiento y acción.

Los estudiantes actualmente están sobre estimulados con tanta tecnología e innovaciones alrededor de ellos, los padres absortos en sus quehaceres, para tener un poco de paz y tranquilidad, no encuentran otro distractor que enchufarlos a los aparatos tecnológicos. El efecto de tal descuido es tener en la sala de clases alumnos irrespetuosos, desmotivados, aburridos y somnolientos; sin desmerecer que una minoría puede ser bastante participativa debido al alto contenido absorbido a través de dichos medios.

Hay contenidos programáticos que son bastante abstractos y que aparentemente no dan para desarrollarlos con más motivación. Sin embargo, el docente, creativo por excelencia, podrá encontrar las estrategias necesarias para que ese contenido que parece tan tedioso, aburrido y sin sentido, cobre un nuevo significado en la vida de los estudiantes.

Ante tales circunstancias, cabe preguntarnos: ¿Cómo podemos sorprender a nuestros alumnos? ¿Qué es necesario para que la enseñanza del día sea inesperada y cree una situación de asombro en los estudiantes?

Algunas sugerencias para salir de la rutina, para cambiar la pizarra y las hojas de papel por un ambiente un poco más atrayente:

  • Crear espacios de artes para los estudiantes, donde tengan a mano diferentes elementos que puedan utilizar para expresar su creatividad ante algún tema.
  • Realizar actividades al aire libre, sin previo aviso, invitarlos a salir al patio, recorrer los pasillos, visitar a otro curso, la dirección, etc.
  • Partir de los conocimientos de los alumnos, no guiarse solo y exclusivamente en lo que dice el programa de estudios, recordemos que la planificación es flexible.
  • Utilizar los recursos tecnológicos, hacerlos parte de la clase, educarlos en su contexto socio digital.

Recordemos que el Maestro por excelencia, Jesucristo, utilizaba los recursos que tenía a mano para innovar sus enseñanzas, nunca utilizaba lo mismo con todos sus alumnos, el maestro más inclusivo de todos, siempre será Jesús.