«Una gran persona atrae a grandes personas y sabe cómo mantenerlas juntas».
Johann Wolfgang von Goethe
La dimensión pedagógica del liderazgo se preocupa por la calidad de las actividades de enseñanza y aprendizaje e incrementa las expectativas positivas sobre el alumnado y el claustro docente, brindando apoyo sistemático y reconocimiento.
Sin embargo, no es el único elemento en la constitución del ensamblaje directivo. Debe ir acompañado por el liderazgo organizativo; que marca direcciones y estrategias, reparte trabajos y responsabilidades. Y también debe estar presente el liderazgo relacional para generar implicación y consenso, mantener la buena reputación de la escuela y de sus miembros y construir relaciones fluidas y satisfactorias.
Otra definición de liderazgo pedagógico podría ser «un grupo que aprende y trabaja en una comunidad profesional de aprendizaje con un sentido de propósito compartido».
Lo atractivo de esta definición es soslayar individualidades, sin desatenderlas, puesto que aportan el matiz particular. Aproximar desde el conjunto, quizás desde una perspectiva transdisciplinar en donde las barreras nominativas o jerárquicas se vuelven irrelevantes. El avance general y en conjunto debe ser movilizado por cuestiones más relevantes, es decir, la tarea pedagógica.
Otra aportación que complementa nuestra definición es: «la capacidad de ejercer una influencia sobre otras personas, no basada en el poder o la autoridad formal. Cuando esta influencia va dirigida a la mejora de los aprendizajes, hablamos de liderazgo pedagógico o educativo». Los expertos se refieren al desempeño eficiente y satisfactorio de las tareas relacionadas con la promoción y movilización de acciones orientadas a conseguir el desarrollo eficaz del currículum en la escuela en todos sus momentos -planificación, implementación y evaluación- y de manera tanto horizontal como vertical, a través de los diversos grados.
El liderazgo pedagógico constituye un estilo de ser y actuar; se genera y consolida al seleccionar y adquirir capacitación en competencias de mayor relevancia. Permite identificar elementos medulares del líder: sus competencias humanas, técnicas y de gestión. Así puede obtener apoyo cabal de cada uno de los miembros de la comunidad educativa.
Es importante destacar ciertas cualidades del líder pedagógico: la empatía, la armonía emocional, la confianza, el acercamiento continuo, la colaboración. Estas virtudes le permitirán ser un auténtico líder, comprometido con el avance profundo y la aceptación del reto de engrandecer a toda la comunidad educativa. Por lo tanto, el liderazgo pedagógico permite alcanzar la principal finalidad de una institución educativa.
En resumen, un líder pedagógico es un experto en identificar, formular, resolver y dar nuevas líneas de mejora a los problemas detectados. Favorece el óptimo desarrollo de los procesos curriculares, académicos, de cambio e innovación en la globalidad de la institución educativa.
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