Hablemos de algo fundamental para el desarrollo de cualquier niño o niña: las funciones ejecutivas.
Las funciones ejecutivas son, justamente, funciones básicas del cerebro que nos ayudan a realizar o ejecutar diferentes tareas dirigidas hacia un objetivo. Se activan en el momento justo para resolver problemas. En muchas ocasiones nos encontramos en clases con niños que, por ejemplo, no logran aprender matemáticas. Y aunque insistimos una y otra vez, no logramos que comprendan. Para aprender, tanto matemáticas como lengua, se necesitan funciones ejecutivas. En lugar de insistir con matemáticas, por ejemplo, podemos simplemente ejercitar las funciones ejecutivas necesarias para resolver este tipo de problemas. Entonces, cuando les enseñemos matemáticas o lengua, aprenderán mucho mejor, porque fortalecimos aquellas funciones necesarias para el aprendizaje de estas áreas.
A partir de esto, iremos viendo cada una de las cinco funciones ejecutivas básicas y necesarias para el aprendizaje de nuestros alumnos. Veremos para qué son útiles y cómo desarrollarlas más y mejor.
Hoy hablaremos de la planificación. Esta función desarrolla la capacidad de identificar y organizar una serie de pasos que son necesarios para llevar a cabo una meta. El individuo tiene que prever rápidamente lo que ocurrirá y hacer paso a paso lo que necesita para lograr el objetivo.
La planificación constituye una de las bases para las habilidades de resolución de problemas, por eso es tan importante trabajarla y desarrollarla con nuestros alumnos. Al desarrollar esta función ejecutiva, también estaríamos ayudando a que desarrollen la capacidad para organizar la información de una forma secuenciada y lógica para alcanzar objetivos y realizar un plan.
Cómo estimular la planificación
Proponer una serie de pasos con secuencia lógica. Por ejemplo, para hacer un germinador, primero considerar qué materiales se necesitarán, qué se coloca primero y qué después, qué cuidados hay que tener, cuánto tiempo hay que esperar, etc.
Planificar actividades para una determinada tarea. Por ejemplo, puede planificar una venta para juntar dinero para un viaje de fin de curso. Para ello, puede designar diferentes comisiones, trazar un plan de acción con los pasos a seguir para alcanzar la meta, proponerse un monto a alcanzar, decidir dónde quieren ir. Todo esto colaborará para motivar al grupo y tener bien claro lo que deben hacer para alcanzar el objetivo.
Presentar laberintos de complejidad creciente. Los laberintos son un excelente método para trabajar la planificación. Los ansiosos generalmente entran en un callejón sin salida. Por eso, es conveniente planificar rápidamente qué camino se va a tomar para llegar a la meta sin contratiempos en el camino. En esencia, eso es lo que intentamos hacer en todo momento en nuestra vida. Los docentes deben enseñar a los estudiantes a no ser avasalladores, a pensar antes de actuar y a resolver más rápidamente y de forma más efectiva los problemas. Estas estrategias les ayudarán mucho para resolver problemas matemáticos y en las demás áreas de conocimiento, además de servirles para la vida.
En mi tesis de licenciatura me dediqué a investigar las funciones ejecutivas y cómo ayudaban en el aprendizaje. Al ejercitar estas funciones en el aula se logra que los estudiantes no solo aprendan mejor, sino que tengan más herramientas para la resolución de problemas en todos los ámbitos de la vida. Es nuestro deber fortalecer y trabajar cada una de ellas para que les demos las herramientas necesarias para afrontar el día de mañana el mundo que les espera.
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