Cuidar la voz es un deber de todos, especialmente de aquellos que la utilizan en su profesión.
Voz es un vocablo que procede del latín (vox) y que permite dar nombre al sonido que se produce con la vibración de las cuerdas vocales mediante el aire que es expulsado por los pulmones y que sale por la laringe.
Cómo se produce la voz
La voz es esencialmente una herramienta de comunicación y, en el caso de los docentes, es su principal herramienta de trabajo. El docente la utiliza para explicar sus clases, una y otra vez, para cantar, para brindar orientaciones, charlas y reuniones con los padres, etc. Un docente con problemas en su voz disminuirá significativamente su desempeño profesional. Por eso es fundamental que sepamos cómo cuidarla.
Existen varios factores que hacen que los docentes tengan problemas con las cuerdas vocales. Si estos factores no se controlan, el docente puede incluso hasta perder completamente la voz. Muchas situaciones pueden afectar las cuerdas vocales. Por ejemplo, las bajas temperaturas, la mala alimentación, la falta de técnicas adecuadas para hablar por un período prolongado, etc.
Consejos para cuidar la voz:
No elevar el tono de voz de forma habitual. Es necesario controlar el volumen de la voz y evitar hablar mucho tiempo en lugares ruidosos.
No fumar y evitar ambientes cargados de humo.
Limitar el consumo de bebidas alcohólicas. El alcohol irrita la mucosa que reviste la garganta.
Evitar ingerir bebidas muy frías. Sin embargo, es recomendable beber mucha agua, ya que la pérdida de líquido seca la voz.
Incluir en la dieta alimentos que contengan vitaminas A, E y C.
Tratar las alergias, catarros y reducir el consumo de alimentos (chocolate, quesos fermentados, picante,…) y bebidas (café, té, alcohol,…) que puedan provocar que el ácido del estómago se desplace hacia el esófago y la garganta.
Evitar ambientes con mala climatización o cambios bruscos de temperatura.
Evitar forzar la voz cuando está dañada. Si ya tienes síntomas de afonía, no debes hablar.
Tips que debes considerar en el aula:
Hablar de frente a los alumnos y disponerlos en círculo mejora la distribución del sonido.
Si es posible, utilizar pizarra acrílica con marcador, pues el polvillo de las tradicionales tizas puede afectar la garganta.
Escoger alumnos para que sean nuestros ayudantes.
Ayudarse con el grabador para canciones.
Dar importancia a los recursos no vocales para llamar la atención de los alumnos: instrumento musical, silbato, etc.
En ambiente ruidoso acercarse al alumno para hablar o llamar la atención.
No usar la voz cuchicheada o susurro.
Mantener un nivel de volumen bajo en equipos de audio.
Proyectar la voz y hablar en un tono claro y óptimo.
Evitar hablar muy agudo o muy grave.
Calentar la voz con ejercicios suaves al principio del día.
No utilizar la voz hasta agotarla, cuando la note tensa o sienta disfonía, dolor de garganta o ardor de estómago, debe parar.
Mantener la cabeza alineada con el eje vertical de la columna vertebral (buena postura).
Alternar las posturas durante la clase: sentarse, pararse, desplazarse.
Debemos cuidar nuestra herramienta de trabajo para lograr resultados óptimos en el desarrollo de las clases.
Soy docente y árbitro, si estoy con inflamación de cuerdas vocales, el arbitrar un partido afecto. Aclaro en el partido no hablo, ni levanto la voz, solo hago uso el silbato
Excelente.
Me sirve porque yo predico en iglesias Adventistas…