“La pereza hace caer en profundo sueño, y el alma negligente padecerá hambre”.
Proverbios 19:15, Reina-Valera 1960 online.
El aburrimiento es un estado emocional, se presenta cuando deseas participar de alguna actividad, pero no consigues hacerlo. Cualquier persona puede sentirse aburrida en algún momento dado, sin importar la edad, las características físicas, las costumbres, las actividades u otras condiciones.
Una de las causas que más llama la atención es la falta de motivación. Podemos hacer muchas cosas para no aburrirnos, pero si no encontramos algo que realmente nos motive, algo que nos resulte verdaderamente atractivo, es probable que caigamos en el aburrimiento.
Podemos decir que el aburrimiento no es una emoción deseable, ya que no produce ningún tipo de satisfacción. Sin embargo, el aburrimiento puede ser considerado positivo cuando:
Desarrollamos nuestra creatividad.
Permanecemos en silencio, solamente contemplando la nada.
Estimulamos la imaginación.
Propiciamos la curiosidad.
Agudizamos el ingenio.
Quizás, todos los que tenemos hijos hemos escuchado más de una vez la frase “estoy aburrido”. El aburrimiento no hace discriminación de edades. Entonces, ¿cómo es posible que un niño se aburra? Puede ser que, como padres, la forma de mitigar ese aburrimiento es permitirles usar el celular, jugar con la computadora, mirar programas o series de televisión, etc. Todo lo que a ellos les interese. Pero, ¿será que esta forma de actuar es correcta? ¿Será que actuando así estamos ayudando a que ellos desarrollen su creatividad, estimulen su imaginación y agudicen su ingenio? Creo que no.
Es normal aburrirse, pero no es normal quedarse aburrido permanentemente. El aburrimiento puede ser canalizado para generar un cambio en la persona, en este caso, en nuestros hijos.
Dejemos que se aburran por un rato, a ver qué se les ocurre para salir de ese estado. Veremos algunas pataletas y berrinches al principio, pero luego, pensarán ellos mismos cómo “desaburrirse”. Notaremos cambios positivos en su manera de ver las cosas, se sentirán mejor con ellos mismos al superar ese estado de ánimo con propuestas motivadoras.
Ayudar a nuestros hijos a emplear el aburrimiento, el tiempo de ocio, la pereza y el desgano en algo positivo les será útil para toda la vida. Los ayudará en el desarrollo de un carácter fortalecido.
Actividades para evitar el aburrimiento
- Cantar, aprender nuevas canciones, anotar los datos del autor, del intérprete, etc.
- Leer, dedicar un tiempo a ese libro que hace tiempo quedó pendiente.
- Cocinar, preparar esa vieja receta familiar, o inventar una con otros ingredientes.
- Caminar, aunque sea unas calles por día.
- Sembrar, realizar un pequeño jardín o una huerta familiar.
Ordenar, acomodar el ropero, siempre hay algo que ya no nos queda; también es un buen momento para regalar a quienes necesitan.
- Pintar algún pequeño cuadro.
- Reestructurar su habitación para hacer cambios estimulantes.
Existe una gran diversidad de actividades que podemos realizar con nuestros hijos para ayudarles a combatir el aburrimiento y adoptar actitudes positivas y superadoras.
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