“Aquel que no confía lo suficiente no será digno de confianza”. -Lao Tzu.
Actualmente, generar confianza en las personas, en un mundo que se ha vuelto corrupto, insensible y lleno de envidias, es complejo.
El apóstol Pablo, aproximadamente entre los años 64 y 65 d.C, ya había descrito como serían nuestros tiempos:
“La gente estará llena de egoísmo y avaricia; serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios. Aparentarán ser devotos, pero su conducta desmentirá el poder de la devoción. ¡Con esa gente ni te metas!” (2 Timoteo 3:2-5, Nueva Versión Internacional online).
Si estas características nos permiten tener una mirada respecto de la realidad que cada uno puede estar viviendo, les invito a pensar en los espacios del sistema educativo, en las aulas y más aún, considerar cada mundo representado por las y los estudiantes; esto me hace más sentido, en cuanto a la labor docente que tenemos frente a nosotros; el impulsar el desarrollo de prácticas docentes y educativas conscientes del contexto en que se desenvuelve, aprende y crece nuestro alumnado, que involucren el conocimiento y la confianza mutuos, donde docentes y estudiantes se sientan seguros, cercanos, protegidos en un espacio que genere reciprocidad, responsabilidad y una conciencia social que estimule el buen quehacer de todas y todos. Esto es algo que se debe tomar en cuenta y comenzar a tomar decisiones al respecto.
Para el logro de lo anteriormente descrito, proponemos algunas ideas para generar confianza en las y los estudiantes:
Conocer al estudiante. En el ámbito educativo, especialmente donde los establecimientos son confesionales, se facilita el poder generar visitas a los estudiantes en sus hogares, conocer su realidad, la familia, el contexto social y todo lo que pueda afectar positiva o negativamente sus aprendizajes y/o emociones. Esto promoverá la confianza.
Dignificar al estudiante. No siempre es fácil conocer la autoestima que tienen nuestros estudiantes; por lo tanto, una manera de generar confianza en ellos es potenciar sus virtudes, dignificar su persona en las distintas actividades que se realicen. Esto puede llegar a transformar sus vidas.
Comunicación asertiva. Escuchar con verdadera atención a los estudiantes, comunicarse con claridad, reforzar sus aprendizajes de manera positiva, estimular su saber durante el desarrollo de la clase, es fundamental para crear lazos de confianza.
Mantener la palabra. El cumplir con las promesas y los compromisos que se adquieren frente a los estudiantes es importante, genera credibilidad y confianza.
Ser auténtico. No aparentar ser lo que no se es, es relevante ya que se evitan falsas interpretaciones de la realidad y sobre todo porque fomenta la confianza en que quien educa se presenta tal como es, con transparencia, asumiendo su propia realidad.
Coherencia. Es relevante que los estudiantes puedan observar que lo que decimos se relaciona con lo que hacemos. Este aspecto es potente al momento de generar confianza. Nos da credibilidad como docentes.
Es nuestro deseo que con la ayuda de Dios podamos ser capaces de inspirar confianza no solo en nuestros estudiantes sino en toda la comunidad educativa y en nuestra vida en general.
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