¿Qué docente no se ha sentido inseguro o no ha pasado por momentos tensos en el día de la reunión con los padres? Transformemos esas tensiones en momentos placenteros.
“Venid a mí (dice Jesús) todos los que están trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” Mateo 11:28.
Un asunto muy importante es tener en claro los tipos de reuniones que como docentes vamos a coordinar y los objetivos que cada una de ellas tienen.
Tipo de reunión | Responsables |
---|---|
Individuales | Coordinadas por el maestro
Solicitada por los padres |
Grupales | Coordinadas por el maestro
Coordinadas por la institución |
Las reuniones pueden ser individuales, es decir el maestro y los padres de uno de sus alumnos. Estas reuniones se dan varias veces a lo largo del ciclo lectivo. Son convocadas por cualquiera de las dos partes, el docente o la familia. Estas reuniones tienen varios propósitos:
Crear un vínculo sólido entre padres y maestros. Feedback positivo.
Buscar maneras de trabajar juntos para garantizar el éxito del niño. Intercambio de ideas y sugerencias.
Valorar la información que brindan los padres. Comunicación donde el docente es el receptor.
Valorar la información que da el docente (trabajos, inquietudes, etc.). Comunicación donde la familia son los receptores.
Trabajar juntos como equipo. Organizar estrategias de acción.
Oportunidad de los padres para preguntar sobre el avance de su hijo. El docente brinda información específica sobre el avance del estudiante.
Tratar las diferencias de opinión con respeto. Surgirán distintos criterios que podrán ser discutidos y evaluados en buenos términos entre el docente y los padres.
Elaborar juntos un plan de acción. Surgirá de todo lo conversado, de las ideas y opiniones que se transmitieron en la reunión.
Evaluación. Tanto el docente como los padres deben tener muy claro cómo será evaluado el alumno. Y una opción, que evita malos entendidos y omisiones, es realizar reuniones individuales con lapsos de tiempos no demasiados extensos que permitan ir verificando la evolución del estudiante.
Todo docente debe tener claro que cada reunión tiene el objetivo de informar pero también de intercambiar opiniones, escuchar expectativas e inquietudes, y llegar a un consenso.
Las reuniones también pueden ser grupales, en este caso pueden ser coordinadas por el maestro o coordinadas por la institución. Cumplen una función más general, informativa y muchas veces formativa. Estas reuniones tienen varios propósitos:
Marcar los aspectos logrados y luego los que quedan por lograr a nivel grupal.
Escuchar opiniones, visiones y sugerencias, sin caer en justificaciones ante cada comentario que se realicen.
Explicar qué esperar del docente y qué se espera de los padres.
Buscar el apoyo familiar.
Brindar orientaciones, estrategias y acciones para asegurar un contacto regular entre el centro educativo y las familias.
Ofrecer charlas y seminarios de temas de interés y actualidad sobre educación o asuntos familiares. Es necesario que esa reunión sea expositiva y también participativa.
Conversar sobre las características del grupo. Sin mencionar casos particulares.
Informar acerca de las expectativas que el docente y la institución tienen para el año.
Evaluar en forma conjunta la marcha del proceso de aprendizaje, en función de las expectativas y objetivos del proyecto institucional expuestos al comenzar el ciclo lectivo.
Enfocar la reunión desde los aspectos positivos, evitar etiquetar al grupo con acotaciones que pueden ser perjudiciales.
Tener presente los propósitos que cada reunión tiene permitirá una mejor preparación del docente para cada ocasión. Más importante aún es que cada educador tenga las siguientes cuestiones en cuenta en la preparación de estos eventos:
Cada reunión tendría que tener como objetivo principal transmitirles a las familias nuestra motivación y compromiso profundo con la educación de sus hijos. Que quede claro que sus hijos nos importan mucho.
Realizar la convocatoria con suficiente anticipación y por escrito. Recordar a los alumnos y padres el día anterior a la reunión. Resaltar la importancia de la asistencia y presencia de los padres.
Tener claridad en los propósitos de la reunión. Organizar los puntos que serán tratados.
Adecuación del lenguaje a quienes lo están escuchando.
Prepare y utilice ejemplos e ilustraciones para hacer más amena la charla.
Muéstrese sereno, afectivo y seguro.
Prepare y haga preguntas. Escuche con atención las respuestas.
Conozca previamente las características del grupo de padres y alumnos con los que están tratando. Consulte previamente con los docentes de años anteriores.
Para evitar tensiones de último momento preparar con anticipación:
La imagen del aula o lugar de reunión, orden y limpieza.
Recursos tecnológicos: proyector de imágenes, notebook o computadora, audio y micrófonos.
Disminuir y prevenir: ruidos, molestias exteriores y posibles interrupciones.
Establecer vías de comunicación. Avisos a la casa por medio de un cuaderno de comunicación, llamadas telefónicas, correo electrónico, WhatsApp (difusión o grupos).
Todo lo antes mencionado no es nada nuevo, pero es necesario refrescar en nuestra mente detalles importantes en el momento de preparar una reunión. Probablemente la inseguridad y los momentos tensos previos a las reuniones no desaparecerán totalmente, pero si tenemos en cuenta estos puntos seguramente la ansiedad disminuirá. Recuerda que la mejor forma de enfrentar situaciones estresantes es entregar todo en las manos de Dios, él nos dará “paz en medio de la tormenta”.
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él (Dios), porque él tiene cuidado de vosotros.” (1 Pedro 5:7).
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