«La curiosidad sobre la vida en todos sus aspectos continúa siendo el secreto de las personas más creativas». -Leo Burnett.

Los niños son curiosos por naturaleza, de hecho, todo lo que les rodea los moviliza a investigar. Para ello utilizan sus sentidos y experimentan todo lo que tienen a mano, constantemente están generando preguntas y requiriendo que alguien sea capaz de responder a esas inquietudes.

En las aulas de clases, donde se espera que se den aquellas respuestas, encontramos una variedad de conductas en los estudiantes que son el resultado de las diferentes personalidades que, en combinación con sus historias, el contexto que les rodea y las decisiones que toman, los predisponen hacia un aprendizaje que idealmente debiera ser significativo. Sin embargo, a medida que van creciendo y conociendo más su entorno cultural, insertos en una sociedad compleja, globalizada y exitista; comienza el desencanto, la incertidumbre, la baja tolerancia a la frustración, y finalmente la pérdida de interés por aprender. Frente a este tipo de problemáticas, como educadores, cabe preguntarnos: ¿Cómo mantener y potenciar en los estudiantes la curiosidad que es capaz de movilizarlos hacia el aprendizaje?

Existen variados tipos de metodologías activas que facilitan la generación de curiosidad que, bien dirigida, estimula a los estudiantes a ser más resolutivos, creativos, innovadores y en definitiva los lleva a la obtención de aprendizajes significativos.

A continuación, mencionaremos algunas maneras en las que se puede desarrollar y más bien despertar la curiosidad que deriva en la creatividad en el aula:

  • Búsqueda de soluciones. Utilización de preguntas, preferentemente abiertas, con el objetivo de que el estudiante pueda analizar y buscar soluciones. Planteo de problemas que puedan resolver por sí mismos y establecimiento de conexiones.

  • Potenciar talentos individuales. Generar un diálogo abierto para preguntar en qué área se sienten más cómodos y potenciar el talento reconocido por ellos mismos de manera personalizada. Facilitar el espacio y la oportunidad de demostrar lo que es capaz de realizar en el aula.

  • Diseñar aprendizajes multidisciplinares. Por ejemplo, aunque se esté enseñando una ciencia como matemáticas en el área de geometría, tratar de integrar otros elementos como música, cultura, arte, con el objetivo de demostrar cómo se aplica en distintas obras de arte. Percibir aplicaciones concretas de conceptos abstractos facilitará la incorporación de los conocimientos de manera más amigable.

  • Retroalimentación o feedback personalizado. Proporcionar retroalimentación a los estudiantes de manera personalizada, no limitarse a entregar solamente calificaciones. La dedicación de tiempo para explicar al estudiante sus fortalezas o lo que debe mejorar es fundamental. Esto facilitará el desarrollo de su pensamiento y, por ende, se fortalecerá el desarrollo de su creatividad.

En definitiva, la creatividad es una herramienta útil y necesaria para el logro de los aprendizajes significativos. Invitamos a los educadores a apropiarse de ella y facilitar el tránsito educativo de sus estudiantes.