Dejemos que nuestros estudiantes se desarrollen de forma integral, sin limitar sus capacidades.

Actualmente, es común que las escuelas, colegios, institutos y universidades dirijan sus esfuerzos en materias que se enfoquen a un mundo laboral. Por otra parte, se han relegado y en algunos casos omitido completamente los cursos de arte como la música o poesía y también actividades manuales como carpintería, agricultura o costura, por mencionar algunos ejemplos. Esto se ha hecho por creer que no son materias lo suficientemente importantes para desarrollar capacidades cognitivas o simplemente porque se consideran inútiles y sin valor académico.

Investigaciones recientes indican que esto es un error debido a la fuerte correlación que existe entre el entrenamiento formal en música y la excelencia académica, un menor índice de abuso de sustancias, un incremento medible del coeficiente intelectual en estudiantes y el desarrollo de nuevas conexiones neuronales en el cerebro (Giordanelli R. Mauricio (2011) La música en la educación, herramienta fundamental para la formación integral, p. 59).

Por otra parte Elena G. White, en el libro La educación, menciona lo siguiente:

Nunca se debe perder de vista el valor del canto como medio educativo. Entonen en el hogar cantos dulces y puros, y habrá menos palabras de censura y más de alegría, esperanza y gozo. Cántese en la escuela, y los alumnos serán atraídos más a Dios, a sus maestros, y los unos a los otros. (ver cita online en su contexto).

De igual manera, la literatura juega un papel importante, y dentro de ella, la poesía genera muchos estímulos en los estudiantes.

Así como en las canciones, los poemas están para ser escuchados. Los niños que escuchan poemas, repitiendo o añadiendo efectos sonoros al mismo, se motivan a querer leer la versión impresa; la razón para tal deseo radica en la familiaridad que adquieren acerca del lenguaje (Escalante de Urrecheaga, Dilia., Caldera, Reina. 2008. «Literatura para niños: una forma natural de aprender a leer», en Educere, vol. 12 nro. 43).

La lectura de poesía debe ser una actividad diaria en el aula; para ello es importante:

  • Seleccionar poemas cortos que, además de ser leídos por el docente, se transcriben en láminas y se coloquen en lugares donde los estudiantes puedan leerlos fácilmente.

  • Involucrar a los estudiantes en la selección de los poemas. Repetir poemas favoritos.

  • Conjuntamente con los estudiantes, buscar música que acompañe la lectura de los poemas.

  • Invitar a los estudiantes a representar los poemas escuchados mediante dramatizaciones o dibujos.

Otros de los recursos que se pueden utilizar es la Biblia, ya que en ella se encuentran todo tipo de enseñanzas. En el Libro Sagrado se encuentran las expresiones poéticas más antiguas y sublimes.