“El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado”. Marcos 2:27, versión NVI online.

Es notable destacar que el Creador, desde el principio, decidió reservar el séptimo día para que el ser humano pudiese descansar de las tareas cotidianas. El ciclo semanal es arbitrario, no responde a leyes físicas o astronómicas. Dios estableció que el sábado (del hebreo shabát, que significa descanso, cesación), el ser creado debía detener sus actividades normales para relacionarse más estrechamente con la mente divina. El Creador de todas las cosas, animadas e inanimadas, el que dijo y fue hecho, mandó y existió, conoce perfectamente las necesidades de sus criaturas. Ordenó separar el séptimo día de la semana para el descanso de sus criaturas, para que renueven sus energías físicas, mentales, espirituales y sociales.

Desde el punto de vista de la creatividad, muchos grandes inventos se han dado justamente en momentos de tranquilidad y descanso. Como ejemplo, recordamos lo acontecido en 1666, cuando Isaac Newton, de tan solo 22 años de edad, se retira a un campo para aislarse de una peste. Allí observó cómo una manzana caía de un árbol, y en ese momento de quietud, reflexión y tranquilidad comenzó a desentrañar el sistema de gravitación.

Otro ejemplo de la importancia de descansar o cuidarse bien para tener una mente creativa se nos presenta en una ley física: La entropía. Según esa ley, todos los sistemas dejan de funcionar si no se los atiende. Todo organismo se desintegra, a menos que se inyecte nueva energía. Esto quiere decir que, tanto el cuerpo como la mente, necesitan períodos de descanso para poder recuperar su fuerza, creatividad y fluidez de pensamiento.

Ahora bien, si nos enfocamos en la creatividad en el sistema educativo, debemos considerar que el descanso es un elemento fundamental para el desarrollo de la mente humana. Está comprobado que los estudiantes que descansan bien mejoran su rendimiento académico. La creatividad incide en las aspiraciones y objetivos vocacionales. Además, actualmente ya se ha transformado en un tema relevante en los debates respecto a innovaciones y cambios educativos.

Educar en la creatividad es educar para el cambio, es formar personas ricas en originalidad, flexibilidad, visión de futuro, iniciativa, confianza y listas para afrontar los obstáculos y problemas que se les van presentando en su vida escolar y cotidiana.

Varios estudios han mostrado una relación directa entre la falta de descanso y la disminución en la efectividad de algunos procesos psicológicos de forma temporal, como la inteligencia, la atención o la memoria. Podemos mencionar también que la ausencia de descanso provoca el aumento de problemas como la ansiedad o la depresión. Por ello, es necesario respetar el descanso sabático para energizar la mente y estar más abierta a la creatividad.