¡Cuántas veces nos autoengañamos y somos “cabezas duras” queriendo sostener una relación que no es la correcta. Y vez tras vez tratamos de justificar lo injustificable para continuar algo que no tiene buen presente y, mucho menos, futuro. ¿Por qué lo hacemos? Veamos algunas razones.

Hace algunos años vi una película titulada Simplemente, no te quiere. ¡Qué difícil se nos hace aceptar que la relación no va, que alguien no te respeta y que verdaderamente es mejor estar lejos de esa persona! ¡Cuántas veces nos autoengañamos y somos “cabezas duras” queriendo sostener una relación que no es la correcta. Y vez tras vez tratamos de justificar lo injustificable para continuar algo que no tiene buen presente y, mucho menos, futuro. ¿Por qué lo hacemos? Hay muchas razones que podría enumerar. Pero primero quisiera que te hagas las siguientes preguntas y, con sinceridad, respondas si tu relación va por el buen camino.

  • ¿Cuál es el motivo para estar juntos? La soledad, el conformismo, la costumbre o incluso el miedo no son razones correctas.

  • ¿Sientes que tu relación te aísla del resto del mundo? Si encuentras satisfacción solamente estando con esa persona, si has dejado de lado amistades o familiares, o si no tienes proyectos individuales, entonces es un buen momento para replantearte el tipo de relación que tienes.

  • ¿Hay respeto mutuo? Si solamente existe el respeto de una parte a otra, si las decisiones u opiniones individuales no son tomadas en cuenta por la otra persona, entonces es un gran aviso de advertencia.

  • ¿Se aceptan tal cual son? Amar es aceptar a las personas con sus virtudes y sus defectos. Es obvio que todos tenemos defectos, por eso es importante aceptar al otro sin pretender cambiarlo por medio de manipulaciones. ¿Y si tu pareja cambia algo que te gustaba, pero a esa persona dejó de gustarle? ¿Lo aceptarás?

  • ¿Qué papel juegan los celos en tu relación? Si bien para algunas personas los celos son una demostración (muy rara) del amor; la realidad es que tienen otras bases, entre ellas la inseguridad propia, la desconfianza, el temor a la pérdida, o sentimientos de inferioridad. El celoso tiende a criticar, recriminar, insultar y agredir físicamente. Los celos son un defecto de carácter, pues muchas veces exceden a las relaciones de pareja y se trasladan a la familia, al trabajo, los compañeros de estudio o clase, de deportes, etc.

Las relaciones no deberían ser una carga o un motivo de tristeza, todo lo contrario. Entonces, ¿cómo evalúas tu relación?