“Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará” Proverbios 22:6, Nueva Versión Internacional online.

Una de las etapas más importantes en la vida del ser humano es la etapa inicial, donde se gestan las más grandes virtudes o se limita la evolución del ser humano en cuanto a sus potencialidades. Por ello es tan relevante considerar cuidadosamente como docentes, las acciones que desarrollaremos para proporcionar una educación de calidad que faciliten experiencias educativas con sentido y que impulsen el desarrollo de todas las facultades del ser organizadamente, con objetivos claros donde los propósitos de cada actividad estén bien establecidos, considerando el contexto de cada estudiante e incentivando su desarrollo integral de manera personal como en comunidad.

A continuación, presento algunas ideas de actividades que se pueden realizar en este nivel inicial y que pueden ser útiles para los y las docentes:

Promover la estimulación del lenguaje lúdicamente. Diseñar actividades que faciliten el desarrollo de los mecanismos del habla, posibilitando una familiarización con su entorno, acercando al niño con el mundo a través de juegos que estimulen su lenguaje, transmisión de ideas y pensamientos de manera concreta. Por ejemplo, la caja de sorpresas. Esta caja contiene objetos que son familiares para los niños. Invite a uno de ellos a tomar un objeto sin mostrárselo a sus compañeros y sin mencionar lo que es. El niño o niña debe describir verbalmente el objeto seleccionado para que sus compañeros descubran qué es. Otra actividad estimuladora es la construcción de historias en conjunto, a partir de palabras clave, o creando canciones con músicas conocidas, cambiándoles la letra, pero con una temática específica, como por ejemplo, el amor de Dios, la bondad, las leyes de tránsito, etc.

Cuidado del medio ambiente como aporte a la sustentabilidad. Siempre considerando alguna unidad dentro del currículo, potenciar el conocimiento y conciencia del cuidado del medio ambiente. Por ejemplo, presentar y denominar árboles nativos, identificar sus virtudes y utilización para la vida del hombre y el embelleciendo del entorno. ¿Cómo? A través de la plantación de árboles e instalación de carteles con los nombres de cada flora, especificando para qué sirven. Otra actividad a realizar que despierta la conciencia ambiental es cultivar una huerta en la escuela o en casa, con la familia, ya que permite observar, analizar, comprometerse en el cuidado de las plantas, además de combinar distintos contenidos pedagógicos y acercar a los niños a la creación de Dios.

Promover el aprendizaje creativo potenciador de diversas habilidades. Generar espacios intra y extra aula para estimular la creatividad y el desarrollo de las habilidades de los estudiantes, proveyendo ambientes que favorezcan aprendizajes significativos. Por ejemplo, crear obras de arte a partir de manualidades con materiales reciclados. Este tipo de actividad facilita el desarrollo psicomotriz, permite la libre expresión de los sentimientos de las y los niños, fomenta una conciencia respecto del cuidado medioambiental al utilizar material reciclado, fortalece la autoestima al desarrollar y presentar a un grupo heterogéneo sus propias ideas, genera autonomía al buscar solución a sus problemas tomando decisiones e instalando un pensamiento crítico respecto de sus creaciones y releva la importancia del libre albedrío, capacidad instalada por Dios en el principio, valorando la libertad que el mismo Creador otorgó al hombre.

Promover la cooperación y la solidaridad. Bajo el marco de una unidad dentro del currículo y través de salidas a terreno a una comunidad aledaña de la institución educativa, identificar carencias o necesidades de la comunidad. Realizar la actividad considerando contenidos pedagógicos que faciliten abordarla desde un proyecto educativo, luego definir la ayuda y concretarla. Por ejemplo, crear puntos de limpieza, instalando en las plazas públicas algunos basureros con especificaciones para reciclar vidrio, cartones, papel, entre otras. Otra actividad puede ser acordar una visita a un hogar de ancianos, donde los niños puedan cantar, crear un presente para los abuelitos y acompañar solidariamente a personas que muchas veces son abandonadas por su familia, generando empatía y amor al prójimo.