Zooterapia
«Mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados. Conozco a todas las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos me pertenece… Porque mío es el mundo y su plenitud».

Salmo 50:10-12 (ver online)

Me atrevo a decir que muchos de nosotros tenemos una mascota especial en la casa, puede ser un ave, un gato, un perro, un conejo, o quizá más de una mascota, incluso todas las mencionadas y otras más. El caso es que, por gusto, por costumbre, por afición o preferencia, elegimos un animalito para tenerlo en la casa, para que nos haga compañía. Lo cuidamos, lo mimamos, incluso se vuelve parte de nuestra familia. No sé si se han puesto a pensar que tenemos o queremos una mascota porque nos hace bien tenerla, nos sentimos queridos y necesitados, porque una mascota además de todo lo mencionado, conlleva una gran responsabilidad.

Una de las maravillas de la creación de Dios, justamente son los animales, desde la criatura más diminuta hasta el ser más grandioso. Él nos dice en su Palabra:

“Hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno”. Génesis 1:25 (ver online).

La Biblia nos da a conocer que parte de la magnífica creación de Dios son los animales. Él los ha puesto en este mundo para que convivan con las personas, también tienen un propósito. Según el relato bíblico, Dios presentó a Adán todos los animales y le encargó que le asigne nombres a cada uno de ellos. Los animales están aquí para ser parte de nuestra vida.

Lamentablemente, la relación del ser humano con los animales, se vio afectada drásticamente después de la aparición del pecado y la maldad. Nos hemos servido de ellos como medio de transporte, alimento, vestimenta, etc. Pero si tratamos de restaurar nuestra relación con los animales, descubriremos un beneficio terapéutico. Así surge la zooterapia, o terapia asistida con animales.

En zooterapia normalmente se utilizan perros, caballos o delfines con fines terapéuticos, aunque también pueden emplearse otros animales.

El objetivo de estas terapias es promover un vínculo afectivo entre el paciente y el animal, propiciando así una evolución considerable en el proceso terapéutico, con un extra de motivación por parte del paciente que, con la ayuda del animal, lleva a término acciones que de otra forma no haría.

Normalmente, las personas que se someten a sesiones de terapia con animales son personas con alguna discapacidad, como autismo, deterioro cognitivo o algún problema de exclusión social. También es muy recomendable en el caso de personas con enfermedades crónicas o degenerativas.

Algunos de los beneficios de la zooterapia son:

  • Reducción del estrés.
  • Prevención de la depresión y la soledad.
  • Cuidado de la presión arterial.
  • Fortalecimiento de la memoria (efectivo en pacientes con Alzheimer).

Los animales, al igual que los seres humanos, son parte de este mundo y debemos cuidarlos. Son importantes no solo para tratar enfermedades degenerativas o trastornos en niños, sino que puede aportar grandes beneficios a cualquier persona que necesite fomentar la responsabilidad, el respeto por los seres vivos y el amor que no sea por uno mismo.

  • «Terapia asistida con animales» Salud Terapia, Rosa Victoria Navales Figueras. Ver artículo
  • «El poder curativo de los animales» Opulix, Abi Gita. Ver artículo