Las nuevas tecnologías (TIC) han cambiado nuestra percepción del mundo que nos rodea. Pasamos más de 3 horas delante del televisor y más de 8 ante una pantalla. Los videojuegos se han convertido en la mayor fuente de entretenimiento. Y como educador nos planteamos por qué no utilizarlos para educar.

Si ya hemos introducido los notebook , las tablets, el smartphone porqué no utilizar los videojuegos dentro de las actividades educativa.

Algunas ventajas:

  • Los videojuegos son una magnífica fuente de imaginación y creatividad. La mayoría de las veces, los videojuegos recrean un mundo ficticio en el que los personajes, la historia y los escenarios no existen en el mundo real. Esta ficción permite a los niños mejorar el desarrollo de la imaginación y la creatividad, al mismo tiempo que fomentan la memoria y estimulan la atención.

  • Están demostrado que fomentan las habilidades sociales. La propia interacción entre los personajes y la obligación implícita de muchos videojuegos de participar dos o más jugadores.

  • Podemos aumentar la destreza. El aumento de la dificultad en un videojuego aumenta en paralelo la destreza necesaria para superarlo.

  • Desarrolla el razonamiento. Los juegos de estrategia, por ejemplo, obligan a los niños a desarrollar el razonamiento para resolver problemas y encontrar soluciones.

  • Aumenta la orientación espacial. La presencia de las tres dimensiones en algunos juegos implica adquirir un dominio de la orientación en el espacio que permitirá al niño mejorar su visión espacial de una manera sencilla, efectiva y prácticamente inconsciente.

  • Mejora la capacidad de atención. El tiempo que los niños pasan frente a la consola es un tiempo de absoluta concentración que puede favorecer a que, más tarde, esa capacidad adquirida se extrapole a otras situaciones, como, por ejemplo, atender en casa.

  • Incrementa la coordinación visión motora. Los videojuegos permiten a los jugadores coordinar entre aquello que ven y lo que ellos deben hacer.

  • Contribuye a la resolución de conflictos y a la toma de decisiones. Muchas veces, los niños, en una situación real, son incapaces de tomar decisiones por el miedo a las consecuencias en caso de error.

  • Los videojuegos en tiempo de ocio deben ser entendidos como un momento de dispersión para el niño y entenderlos como un tiempo para el ocio digital.

  • Además, de las normas de uso que contiene cada videojuego que harán al niño asumir ciertos límites, las propias normas que establecen los padres en cuanto a su uso, fomentarán en el niño el valor de la responsabilidad y le enseñarán que ni todo el tiempo es de ocio ni todo el ocio son videojuegos.

Consejos:

  • Puede convertirse en un momento para jugar con tu hijo, además de ser una buena excusa para pasar vuestro tiempo juntos, es una manera de poder controlar el contenido de los videojuegos con los que tu hijo pasa su tiempo.

  • En vez de prohibir el uso de los videojuegos a tu hijo, es necesario definir unas normas, explicarle las consecuencias de incumplirlas y ser constante en su aplicación.

  • Si le preocupan los contenidos inadecuados, como por ejemplo los videojuegos violentos, pregunta a los expertos y, si la consola se lo permite, restrínjalos con el Control Parental.

  • Jugar es mucho más sencillo de lo que parece. Encienda la consola y deje que el juego le vaya guiando: así podrá compartir esa experiencia con sus hijos.