Vacaciones sin pereza
Cuando hablamos de vacaciones, automáticamente pensamos en un estado de inactividad casi absoluta. Estar relajados, sin preocuparnos por las responsabilidades laborales o domésticas, sin agendas ni horarios, un estado de cero compromiso.

La palabra vacaciones proviene del vocablo latino vacatio y es utilizada de manera general para hacer alusión a un lapso que un individuo utiliza para descansar.

Las vacaciones están relacionadas con las personas que trabajan o estudian, ya que es un periodo de pausa en el que se desligan de sus obligaciones y compromisos laborales o educativos. Las vacaciones son un espacio para desarrollar actividades de turismo, ocio y descanso.

Durante este periodo de corte de la rutina, generalmente se desarrollan actividades que produzcan placer. Como dijo Salomón:

“Ahora, hijo mío, a más de esto, sé amonestado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es fatiga de la carne”. (Eclesiastés: 12:12).

Trabajar y estudiar son actividades saludables, pero lo que indica aquí el sabio es que todo exceso es malo, ya sea para la salud física como para la salud mental.

Los días de vacaciones varían según la antigüedad en el trabajo y también depende de las leyes laborales de cada país. Sin embargo, las vacaciones escolares por lo general son de dos a tres meses. Este tiempo, bien aprovechado, puede producir mucha satisfacción. Veamos cómo podemos pasar unas vacaciones más productivas en familia. Algunas propuestas:

  • Dormir lo suficiente, descansar el cuerpo y la mente.

  • Hacer actividades al aire libre.

  • Cuidar a nuestras mascotas.

  • Dar paseos o caminatas, andar en bicicleta o en otros medios de transporte.

  • Leer el libro que hemos pospuesto por falta de tiempo.

  • Aprender un nuevo idioma o profundizar en el uso de las nuevas tecnologías (TICs).

  • Realizar manualidades con elementos reciclados.

  • Arreglar el jardín.

  • Hacer limpieza de la casa y la habitación. De paso, donar las ropas que ya no usamos.

  • Hacer alguna excursión en familia, visitar algún lugar nuevo e interesante.

  • Visitar a los abuelos o algún familiar que hace tiempo no vemos.

  • Conocer a los vecinos, tal vez podamos hacer nuevos amigos.

  • Solidarizarse con alguien de nuestro barrio que esté pasando alguna necesidad.

  • Ver programas de TV. No todo en la televisión es malo o negativo.

  • Asistir a una Escuela Cristiana de Vacaciones.

Como vimos, las vacaciones son un tiempo de descanso, donde realizamos actividades que se encuentran fuera de la rutina de cada día. Por lo general, es un tiempo para que la familia salga de viaje a una playa o algún lugar donde haya nieve para descansar del calor. Es necesario planificar cuidadosamente las vacaciones, ya que el costo económico puede ser elevado, dependiendo del destino del viaje. Aun así, es una inversión bastante placentera, porque tomarse unas vacaciones permitirá que volvamos al trabajo o al estudio con las energías renovadas y la mente despejada.