“…las personas hacen su propia historia, pero no en las condiciones elegidas por ellas. Quizá no seamos capaces de controlar todas las condiciones de nuestro trabajo, pero, sobre todo, continuamos haciendo nuestra propia historia” (Roger Slee, La escuela extraordinaria).
Donde existen seres humanos, existirán relaciones y condiciones que faciliten la construcción de alianzas. Entre la escuela y su comunidad se puede generar una relación de tipo bilateral en la que, idealmente, ambas partes se benefician y contribuyen para un mejor desempeño. Por ello es necesario construir desde una mirada inclusiva, en la que todos se sientan parte importante. La relación escuela-comunidad debe valorar las buenas relaciones e identificar los valores de la cultura escolar y su contexto. Más allá de los intereses personales, las acciones deben ser colaborativas, empáticas, mancomunadas, solidarias y atentas a las necesidades del otro. Los cambios que favorecen una mejora educativa requieren de la toma de conciencia de las personas involucradas en el proceso.
La escuela es un lugar de gran importancia, el segundo hogar de niños y jóvenes, un espacio de crecimiento intelectual, emocional y físico. La comunidad es el área de contexto de los diversos aprendizajes humanos que convergen hacia la escuela y donde se puede escribir una nueva historia personal y colectiva. Por lo tanto, una buena escuela puede mejorar nuestra sociedad. Es importante considerar las redes y vínculos que potencian las relaciones base de la evolución educativa. Pero, ¿cómo formar estas redes? En primer lugar, debemos establecer los objetivos de interrelación que deseamos alcanzar entre la escuela y la sociedad. Podemos comenzar con la visualización de los distintos niveles que puedan existir en estas relaciones: desconocimiento, conocimiento, reconocimiento, acciones conjuntas eventuales, articulación y asociación. Una vez lograda la asociación, el vínculo se fortalecerá hasta finalmente potenciar el beneficio mutuo. La relación escuela-comunidad debe ser una relación de ganar-ganar (win-win).
No olvidemos que para la creación de cualquier tipo de relación o alianza es necesaria la confianza. El mejor ejemplo lo tenemos en Cristo Jesús, quien no solo generó confianza en sus seguidores, sino que consideró las particularidades de cada uno de ellos y se dio el tiempo para conocerlos.
Buenos días, son las 4H30 en Manta -Ecuador.
Estimada Maritza, me ha parecido muy interesante la forma como abordas los diferentes temas relacionados al proceso enseñanza – aprendizaje en el que estamos involucrados quienes hemos escogido el hermoso trabajo de enseñar y transformar mentes para bien.
Me gustaría contactar con Usted para ver posibilidad de interactuar sobre ciertas realidades en nuestro contexto que merecen ser atendidas y entendidas para empezar a propiciar cambios que beneficien a nuestros educandos.
Os dejo mi correo, juanmoreira1963@hotmail.com