Educación integral es interconectar cada materia y aplicarla a la experiencia, a fin de que el conocimiento adquirido en el aula se verifique fuera de ella.

El filósofo contemporáneo Edgar Morin ve el mundo como un todo indisociable y altamente complejo. Su crítica al sistema educativo actual se concentra en el error de fragmentar el conocimiento. Morin observa que la especialización disciplinar y el conocimiento fragmentario solo sirven para un uso técnico. Por lo tanto, denuncia el completo cientificismo que ha envuelto a la educación.

Morín propone integrar los conocimientos, entender la realidad viendo todos los ámbitos. En cambio, la cultura científica separa los conocimientos produciendo teorías que muchas veces están desconectadas de la realidad. El conocimiento que los docentes comparten en las aulas no puede ser disgregado, tiene que integrarse a la vida práctica y a todas las dimensiones del ser de los estudiantes.

La complejidad no es solo negar lo simple; al contrario, el pensamiento complejo integra las formas simples del pensamiento. El pensamiento complejo se concibe como un pensamiento total, completo, multidimensional. Se reconoce como pensamiento no parcelado, dividido, no reduccionista, pero admite lo inacabado e incompleto del pensamiento. El conocimiento es complejo y el ser humano es complejo por naturaleza. Tiene muchas dimensiones y características. Por eso no se los puede definir en una sola frase.

Los libros de texto, los libros didácticos y escolares que se utilizan en la Educación Adventista, específicamente los de áreas integradas, como la serie Tic Tac, logran integrar el conocimiento, no lo fragmentan. De esta manera, el estudiante recibe una educación más significativa para su vida. Va aprendiendo desde su experiencia, saliendo del aula, viviendo e integrando todo. En lo cotidiano, no separamos las matemáticas del lenguaje, cuando caminamos necesitamos orientarnos, para comprar necesitamos expresarnos y realizar cálculos mentales. La integración de conocimientos está en la totalidad de la vida del ser humano. Al realizar un proyecto con esta metodología en el aula estamos integrando varios tipos de conocimiento para beneficio del estudiante.

El desafío es desarrollar una inteligencia integral y equilibrada, habilidades manuales, vida espiritualidad; es decir, aprehender más que aprender. Y aplicar en la vida real lo aprendido. Ese debería ser el gran objetivo y paradigma de la educación: organizar los conocimientos como un todo. Es necesaria una reforma de la enseñanza para lograr una reforma en el pensamiento. Y esa reforma del pensamiento redundará en la transformación de la enseñanza. La comunidad educativa debe analizar todas las partes como un todo formado por cada parte. Este paradigma debe ser incorporado a todo abordaje en educación.