¿Qué es el lenguaje no verbal? Es todo lo que expresamos mediante gestos o movimientos. Con nuestro gestos y lenguaje corporal comunicamos sentimientos, emociones e intenciones.
El lenguaje no verbal expresado por los padres impacta de forma inconsciente en el cerebro del niño. Por ello, todo lo que transmitimos les llegará de forma positiva o negativa en función a la coherencia entre el lenguaje verbal y no verbal. Por ejemplo, si le preguntas a tu pequeño cómo le ha ido en el colegio mientras miras el teléfono. ¿Qué crees que entiende el niño?
La comunicación positiva no verbal puede mejorar la relación con los hijos, además de potenciar las conexiones emocionales en la familia y acrecentar la inteligencia emocional del menor. A los niños les encanta ser abrazados y besados. Un cálido y cuidadoso lenguaje corporal indica cercanía y mirarlos a los ojos evidencia genuino interés.
En cambio, con la comunicación no verbal negativa como un tono poco agradable o gestos agresivos y de desinterés cuando se hace algo con los hijos, se puede enviar un mensaje como poco importante. Los niños en este caso se pueden sentir rechazados o decepcionados si esto sucede de manera consistente.
Recuerda que hoy puede ser un buen momento para mejorar y cambiar aquello que te está impidiendo tener una comunicación efectiva con tu hijo. Anímate a mejorar tu lenguaje no verbal, que de hecho es el que más comunica. Y hoy, Dios nos dice:
«Haré que haya coherencia entre su pensamiento y su conducta, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos» (Jeremías 32:39, versión NVI online).
¡Armoniza la forma de expresar amor a tus hijos y considera las siguientes ideas!
- Mantén contacto visual mientras tu hijo o hija te hablan.
- Inclínate hasta el nivel de tu hijo cuando quieras hablar con él, esto le demostrará que quieres estar cerca emocionalmente y él se sentirá mucho más seguro.
- Da muchos abrazos y besos a tus hijos.
- Utiliza un tono de voz agradable y una postura corporal relajada, así como una expresión facial amigable. Esto hará que tu hijo te vea en una comunicación abierta y listo para escucharle. Pero también sé firme cuando tengas que corregir.
- Sé el espejo de tu hijo y expresa sus expresiones faciales y el mismo tono de voz, así podrás mostrarle que estás intentando entender sus sentimientos. Por ejemplo, si está triste asiente con la cabeza y muestra una expresión facial entristecida, si en cambio sonríe porque está alegre, muestra tu mejor sonrisa.
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