Necesitamos tomar conciencia y aplicar medidas para cambiar nuestros hábitos y disminuir la generación de residuos.

Nuestro deber como consumidores es ser conscientes e informarnos sobre los efectos de los productos que utilizamos. Además, debemos poner en práctica diariamente las Reglas de las 3R. Si los adultos las ponemos en práctica, los niños imitarán nuestra conducta. Así, colaboramos a corto y largo plazo, pensando en el presente y futuro del planeta que administramos. Veamos cada una de las tres reglas básicas.

REducir

Lo ideal sería que cada individuo evitara completamente la generación de residuos. Sin embargo, la actividad humana, especialmente las empresas e industrias, generan desechos. Por eso, la primera regla es REducir la cantidad y peligrosidad de los desechos. Nuestro planeta brinda recursos limitados, no renovables, por eso deberíamos consumir lo indispensable, sin derrochar. Así disminuiremos el impacto que producimos al medio ambiente. Algunos consejos:

  • Disminuye el uso de energía. busca alternativas saludables y creativas para ahorrar en el consumo de la electricidad, el gas, el agua y los combustibles de todo tipo.

  • Disminuye tus compras de productos que no son indispensables. Piensa dos veces antes de ir de compras. Planifica tus compras sobre la base de lo imprescindible.

  • Disminuye tu huella de carbono. Puedes hacer el cálculo sencillo de cuánto consume tu institución educativa o tu propia familia.

  • Disminuye la generación de residuos domésticos. Por ejemplo, si mantienes un compostador donde arrojas los desechos orgánicos domiciliarios, verás que tus residuos diarios disminuyen, y estarás reciclando tus desechos convirtiéndolos en abono para las plantas.

REutilizar

  • Para poder reutilizar cualquier objeto, lo mejor es mantenerlo en buen estado de conservación. Por eso, es importante que enseñemos a cuidar las pertenencias personales.

  • Por definición, reutilizar es volver a utilizar. En este sentido, reutilizar es mejor que reciclar, ya que el reciclaje implica algún tipo de proceso previo a la reutilización. Entonces, cuando reutilizamos un objeto estamos prolongando su vida útil, ya sea que lo utilicemos nuevamente para el mismo propósito o nos pongamos creativos para asignarle otro propósito o función.

  • Reutilizar el agua. Existen infinidad de maneras de ahorrar agua. Por ejemplo, antes de bañarnos dejamos correr el agua hasta que alcance la temperatura deseada. Podríamos recoger el agua fría en algún recipiente y darle algún uso, aunque sea para regar las plantas.

  • Reutilizar prendas de vestir es una manera práctica de aprovechar al máximo los tejidos y las diferentes telas. Si la prenda está en condiciones de vestir a otras personas, puedes donarla a la iglesia más cercana. Si ya no es posible su uso para vestimenta, quizás pueda ser reutilizada o reciclada.

Podemos REutilizar algunos productos para prolongar su ciclo de vida. Por ejemplo, antes de reemplazar un electrodoméstico, veamos si es posible repararlo. ¡REparar es una buena forma de REutilizar!

REciclar

REciclar es recuperar cualquier producto terminado para que vuelva a ser utilizado como materia prima del mismo proceso que lo originó o algún otro proceso productivo alternativo. En otras palabras, es reingresar un material o producto al ciclo de producción. De esta manera, se ahorra en materia prima y, por consiguiente, en la explotación de los recursos para conseguirla.

Consejos para los mayores

Reciclar es una cultura, un estilo de vida. Observa estos consejos y sugerencias.

  • Elige con cuidado los productos que adquieres. Considera, por ejemplo, la calidad, el precio, la utilidad, la necesidad, la durabilidad, las posibilidades de reutilización de los envases, etc.

  • Evita adquirir productos envueltos con material no reciclable o con demasiado material descartable.

  • Aprovecha al máximo las hojas de papel para escribir o imprimir. Utiliza ambas caras del papel.

  • Siempre que puedas, evita adquirir o recibir bolsas de plástico en el supermercado. Lleva tus propias bolsas cuando salgas de compras. Si recibes bolsas de plástico, una buena forma de reciclarlas es utilizarlas como bolsas para residuos domésticos.

  • Promueve la comunicación por medios digitales, no imprimas formularios o recibos si no es estrictamente necesario.

  • Participa de talleres y cursos de reciclado de todo tipo de materiales. Aprenderás muchas cosas interesantes y saludables.

  • Reemplaza las viejas lámparas incandescentes por lámparas de bajo consumo o con tecnología LED.

  • Promueve la cultura del reciclaje entre tus amigos, vecinos, familiares o compañeros.

Consejos para los menores

Independientemente de lo que se pueda hacer en los hogares, los docentes en la escuela pueden realizar varias actividades con los niños para incentivar el reciclaje.

  • Presentar una clase de reciclado que sea práctica, para que los niños conozcan las posibilidades de reciclado de residuos.

  • Aconsejarles que utilicen botellas descartables, incentivando a que los niños tengan su propia botella o termo para agua o jugo.

  • Realizar manualidades con elementos descartables como botellas, tapitas o cajas. Pueden exponer las producciones y hasta venderlas con fines solidarios.

  • Invitar a expertos en reciclaje al aula para compartir sus consejos. Si son padres, docentes o estudiantes mayores, el impacto será mucho mayor. Ellos hablarán del cuidado del medio ambiente, tratamiento de desechos, etc.

  • Planificar una campaña a desarrollar en la comunidad escolar y en la comunidad local acerca de la disposición correcta de los residuos para su reciclado.

  • Realizar concursos de reciclado. Por ejemplo, recolectar tapas de plástico, botellas y otros descartables. Premiar al curso que más ha logrado.

Hasta aquí hemos compartido solamente algunos consejos para colaborar con nuestro entorno. Esperamos escuchar tu opinión y experiencias a través de tus comentarios a este artículo. Puedes ingresarlos debajo. Los revisaremos y publicaremos lo antes posible. Recuerda: Somos mayordomos de nuestro planeta.

Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra… Dios miró todo lo que había hecho, y consideró que era muy bueno. Génesis 1:1, 31, versión NVI online.

Al terminar la obra de la creación, Dios encargó al ser humano la responsabilidad de administrar el planeta. Todo era perfecto. Sin embargo, por causa de la desobediencia a las leyes y consejos divinos, hoy vemos cómo se va destruyendo la hermosa creación de Dios. Tomemos conciencia ahora y hagamos lo mejor para cuidar el lugar en que vivimos.