Uno de los problemas que enfrentan los diferentes países en estos tiempos es el fracaso escolar, que se debe a los bajos niveles de comprensión de lectura, ya que esta repercute en muchas áreas del ámbito educativo.

Conocedores de esta realidad, tanto los Gobiernos como los especialistas en educación están realizando cambios en las políticas educativas nacionales, de tal modo que se brinde mayor atención a esta tarea que es primordial en el desarrollo de los estudiantes.

La lectura es una actividad que normalmente empieza a adquirirse desde los primeros años de vida y se mantiene a través de los años. Una vez que los niños empiezan a leer, irán perfeccionando esta capacidad hasta convertirse en lectores competentes; esto quiere decir: capaces de dar respuestas, tanto literales como inferenciales, a la vez que expresan juicios críticos sobre la lectura realizada. Podrán anticipar ideas sobre el texto y sobre los desenlaces de la lectura, y realizar resúmenes o cuadros sinópticos a partir de lo leído.

Solé (2009) nos dice que “la lectura debe ser valorada como instrumento de aprendizaje, información y disfrute”.

Por lo tanto, si queremos desarrollar lectores autónomos y competentes que sean capaces de enfrentarse a distintos tipos de texto, debemos brindarles diversas estrategias de comprensión.

Estrategias para desarrollar niveles de comprensión lectora:

I. Comprensión literal: Leer las líneas

Este tipo de comprensión es la base que dará lugar a otros niveles de comprensión y se centra en las ideas de información. Para lograrlo, será importante que nuestros niños sepan comprender la pregunta y hallar la respuesta en el texto, ya que esta se encuentra explícita. Deben estar atentos a encontrar detalles, conocer el significado de las palabras que aparecen en la lectura y poder explicar con sus propias palabras lo que han leído.

Algunas estrategias para trabajar la comprensión literal:

1. Identificación de detalles en la lectura: Usar breves textos descriptivos, ya que en ellos hay muchos detalles por hallar.

Samuel tiene un barquito hecho de madera. Tiene franjas horizontales, unas rojas y otras azules. Sus ventanas tienen forma circular, por donde aparecen los rostros de unos pasajeros que él mismo confeccionó. En las tardes de verano le gusta ir a la laguna de su pueblo junto a su amigo Daniel para ver a su barquito ir de un lado a otro movido por las suaves ondas que genera el viento.

A partir de la lectura deben responder las preguntas y al mismo tiempo subrayar la respuesta en el texto cuando la hayan identificado.

¿Quién tiene un barquito?

¿De qué material está hecho el barquito?

¿Cómo lo ha pintado?

¿Cómo son sus ventanas?

¿En qué época del año le gusta ir a la laguna?

¿Quién es su amigo?

¿Qué genera el movimiento del barquito? Etc.

2. Reconocimiento de personajes, momentos, significados: Preparar textos en los que se incluyan distintos personajes. Los niños deben reconocer y diferenciar a los personajes principales y secundarios, así como el tiempo y el lugar donde se desarrolla la historia. También pueden identificar el significado de ciertas palabras y deducir los sinónimos y los antónimos relacionados, para ampliar su vocabulario.

Leo y Roberto estaban emocionados porque pronto celebrarían la llegada de la primavera. En el aula, la maestra había ensayado con todos los alumnos lindas canciones y un drama relacionados con la hermosa estación que se avecinaba.

Ellos participarían en la dramatización central del programa en el salón de actos de su escuela.

Cuando el día llegó, se sentaron cómodamente en las butacas y esperaron su turno. Natalia y Andrea también habían preparado una canción y se sentaron al lado de ellos mientras los niños del primer grado recitaban un lindo poema.

Al poco rato, anunciaron la tan esperada dramatización de la primavera. Sonrientes y orgullosos, Leo y Roberto se acercaron al escenario para iniciar su participación.

¿En qué lugar sucede la historia?

¿Qué época del año estaban celebrando?

¿Quiénes son los personajes principales?

¿Quiénes son los personajes secundarios?

¿Qué significan las palabras butacas y escenario?

También se puede pedir que subrayen palabras específicas:

¿Qué palabra muestra el sentir de los niños?

¿Qué acción señala que los niños ya habían practicado los actos especiales que presentarían?

3. Secuencias lógicas: Podemos brindar de manera desordenada el procedimiento de los textos instructivos para que los estudiantes los ordenen de acuerdo con una secuencia lógica para lograr un objetivo; en este caso, preparar una limonada o efectuar el correcto lavado de manos.

  • Agregar cubitos de hielo.
  • Partir los limones por la mitad.
  • Agregar azúcar a gusto.
  • Echar agua hervida en una jarra.
  • Mezclar los ingredientes.
  • Exprimir los limones en una jarra.
  • Enjuagar con abundante agua.
  • Sacudir el agua de las manos.
  • Secarse con una toalla limpia.
  • Mojarse las manos.
  • Frotar varias veces desde el antebrazo hasta las manos y los dedos.
  • Echarse jabón.

II. Comprensión inferencial: Leer entre líneas

Luego de que los alumnos hayan logrado encontrar en el texto información explícita, es necesario que exploren más allá, que lleguen a conclusiones a partir de la información brindada en el texto, que puedan entender lo que el autor quiere expresar más allá de las palabras escritas. Serán de gran ayuda los conocimientos previos que el lector tenga, ya que estos abrirán más el panorama, lo que permitirá una mayor cantidad de inferencias.

De acuerdo con Cassany, Luna y Sanz, “la inferencia es la habilidad de comprender algún aspecto determinado del texto a partir del significado del resto. Consiste en superar lagunas que por causas diversas aparecen en el proceso de construcción de la comprensión […]. Puesto que las lagunas de comprensión son un hecho habitual en la lectura, la inferencia se convierte en una habilidad importantísima para que el alumno adquiera autonomía”.

Algunas estrategias para trabajar la comprensión inferencial:

1. Brindar pequeños textos que permitan la inferencia.

Afirmación Inferencias Claves
Daniel entró en el aula con los ojos llorosos y sin saludar a nadie. Daniel está triste. Tenía los ojos llorosos y no saludó.
Samuel se colocó bloqueador, una gorra, su traje de baño y sus lentes de sol. Samuel se va a la playa. Se colocó bloqueador, gorra, traje de baño y lentes de sol.
Darío gritaba emocionado una barra de aliento a su equipo de fútbol. Darío asistió a un partido de fútbol. Gritó emocionado una barra a su equipo.
En este lugar hace mucho calor, no hay agua y no podemos ver ninguna planta. Solo arena y piedras. Es un desierto. Hace calor, no hay agua, hay arena y piedras.

2. Inferir el mensaje que quiere transmitir el poeta en un poema y cuáles son sus emociones:

Mi árbol tenía

Mi árbol tenía
sus ramas de oro.

Un viento envidioso
robó mi tesoro.

Hoy no tiene ramas.
Hoy no tiene sueños

mi árbol callado,
mi árbol pequeño.

 Antonio García Teijeiro
¿Por qué dice el poeta que hoy el árbol está callado y no tiene sueños?
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¿Cómo te imaginas el rostro del autor al escribir el poema? Dibújalo.
(Espacio para dibujar)

III. Comprensión valorativa: Leer más allá de las líneas

La comprensión valorativa implica relacionar los conocimientos que tiene el lector con las ideas que el autor expresa en el texto. Este tipo de comprensión conlleva elaborar juicios personales, opiniones referentes a un tema, pudiendo estar de acuerdo o no con la posición del autor. Cuando un lector ha llegado a este nivel, significa que ya se tiene dominio sobre los dos anteriores. Los docentes pueden fomentar este tipo de comprensión a partir de preguntas orales al finalizar la lectura de un texto, para saber si les agradó el texto o qué les pareció. Hay que tener en cuenta que toda lectura incide en el conocimiento del alumno de tal forma que incluso puede modificar sus ideas y aun su comportamiento. Por esta razón, el rol del docente, en este momento, es fundamental para guiar a sus estudiantes al desarrollo de la dimensión moral y valorativa.

Estrategia para trabajar la comprensión crítica valorativa:

Escoger tipos de textos que se presten al debate y en los cuales los alumnos se sientan motivados a expresar su parecer. Pueden ser textos relacionados con la amistad, con los valores que deben mantenerse entre los seres humanos, el cuidado del medio ambiente, el uso de la tecnología, etc.

Al finalizar las lecturas, el docente guiará a la reflexión utilizando preguntas como:

¿Crees que es buena la actitud de …..? ¿Por qué?

¿Cuál es tu opinión frente a la acción de …..?

¿Qué habrías hecho si tú te hubieses encontrado en la misma situación?

¿Cómo hubieses defendido al personaje …..?

¿Qué te parece la actitud de …..? ¿Qué consejo le darías?

¿Qué cambios realizarías en las acciones de los personajes para que haya justicia?

Finalmente, toda estrategia que utilicemos debe estar orientada a lograr que nuestros alumnos puedan utilizar la lectura para edificar puentes que los ayuden a construir su propio mundo.

  • Cassany, D., G. Sanz y M. Luna. Enseñar lengua. Barcelona, España: Editorial GRAÓ, 2007.
  • Cassany, D. Tras las líneas: sobre la lectura contemporánea. Barcelona, España: Editorial Anagrama, 2006.
  • Solé, I. Estrategias de lectura. Barcelona, España: Editorial Graó, 2009.