“Yo te llamé por tu nombre, tú eres mío… Porque te aprecio, eres de gran valor y yo te amo”.
Isaías 43:1-4, versión Dios Habla Hoy online.
Un abrazo puede definirse como el acto de cruzar los brazos alrededor de una persona, como expresión de afecto. Este simple gesto puede significar amor, amistad, respeto, consideración, protección, etc. Pero, ¿tendrá algún poder?
Existe una teoría conocida como «tacto terapéutico». Es muy conocida en el campo de la medicina. El abrazo está incluido en ella, ya que es una muestra de afecto necesaria para el bienestar físico y emocional de los seres humanos. El abrazo ha sido utilizado como recurso para reducir la depresión o la ansiedad y aumentar el deseo de vivir de los pacientes adultos. Está comprobado que sostener en brazos a los bebés prematuros les ayuda a crecer y fortalecerse en el menor tiempo posible. Por todo esto, dar o recibir un abrazo no solamente es agradable desde el punto de vista emocional, sino que también mejora la salud.
Los resultados del abrazo están científicamente comprobados y nos demuestran que implementarlo en el ámbito educativo será de gran bendición para quienes lo dan, tanto como para quienes lo reciben. Sus efectos se verán a corto plazo; ya sea en el rostro, en las reacciones y en un comportamiento general positivo.
El abrazo en el ámbito educativo
El abrazo pedagógico, practicado con buen criterio por el docente en la sala de clases, puede constituirse en un instrumento para lograr la integración adecuada con la mayoría de los miembros del grupo. Permitirá generar un adecuado equilibrio entre el cuerpo, la mente y las emociones.
El verdadero abrazo tiene la intención de hacer sentir bien a la persona que lo da como a quien lo recibe. Tiene la capacidad de aliviar el dolor físico y/o emocional y mejorar la autoestima. Además, se lo puede considerar como una medicina en contra del malestar, la tristeza, el aburrimiento, la impotencia, la ira, el coraje y la desesperación.
Ventajas del abrazo
Protección. Al abrazar, formas un cerco alrededor de aquel a quien abrazas. Instintivamente, las personas se abrazan unos a otros ante situaciones de peligro extremo.
Pertenencia. El abrazo te da la seguridad de que le interesas a alguien.
Seguridad. Un abrazo demuestra que alguien está a tu lado.
Fortaleza. El abrazo puede otorgar energías para enfrentar de forma positiva lo negativo de la vida.
Sanidad. El abrazo es una medicina para el alma. Sus efectos son instantáneos.
Autoestima. Un abrazo nos permite reflexionar en lo valiosa que es la vida. Nos renueva el sentido de quienes somos y para qué estamos aquí.
Autovaloración. Cuando recibes un buen abrazo, te sientes más valioso.
Reglas básicas para abrazar
Pedir permiso para entregar o recibir un abrazo.
Respetar el espacio y la privacidad de cada persona.
Agradecer por recibir o permitir entregar un abrazo.
Ser muy sincero al momento de entregar o recibir un abrazo.
Si no has entregado oportunamente un abrazo aun, te invito a que lo hagas, será de gran bendición en tiempos difíciles y de regocijo en tiempos de paz.
Tamyra Horst. Cómo abrazar un corazón. Buenos Aires: ACES. 2005.
Ana María Torrado Botana. Jornadas europeas del envejecimiento activo: Taller de abrazoterapia. 20 de marzo de 2012.
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