“Un cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos.”. 1 Corintios 12:14, versión Dios Habla Hoy online.
Todo sistema educativo debería estar preparado para dar respuesta a la diversidad. Sin embargo, en variadas oportunidades, este término se entiende de manera reduccionista y limitada, ajustada solo para aquellos estudiantes que presentan alguna situación diferente de aprendizaje.
La escuela visibiliza realidades que actualmente evidencian esta falta de conciencia respecto a la diversidad que cada día suma más situaciones que exponen especialmente a las personas en esta condición. Es posible mencionar que aún en estos momentos existen espacios educativos homogeneizados, donde las acciones curriculares son iguales para todos, las metodologías continúan siendo tradicionales e idénticas y muchas de sus evaluaciones no varían.
Sin embargo, no todo es oscuridad. Actualmente se han levantado muchas voces que buscan generar conciencia social al respecto y hay preocupación por el tema también en las políticas públicas.
Entendiendo que la educación es un derecho para todos y que debe garantizar el acceso y permanencia de estudiantes que se muevan en el campo de la diversidad, la atención a estos grupos implica reconocer al otro desde sus diferencias, individualidad y originalidad, no como un ser humano estereotipado o categorizado, sino como un individuo condicionado por su propia experiencia y situación personal.
En las últimas décadas la diversidad ha ido adquiriendo mayor relevancia, dado que en el sistema educativo formal existen distintos tipos de estudiantes, diversidad de intereses, necesidades educativas particulares, motivaciones, estilos y ritmos de aprendizaje entre otros, que genera esta búsqueda de un enfoque curricular más inclusivo, más flexible y que incorpore justamente a la “diversidad”. Es aquí donde los docentes juegan un rol fundamental ya que ellos son quienes frecuentemente están en contacto con los estudiantes, lo que les permite realizar observaciones que validadas por otros profesionales pueden identificar esta diversidad de alumnado que tienen para replantearse los nuevos tipos de espacios educativos que incluyan a todos favoreciendo los distintos tipos de aprendizaje.
Generar conciencia respecto a la importancia del papel del docente y promover la participación activa de la comunidad es lo que se requiere con urgencia. Pero sobre todas las cosas impulsar la interacción eficaz de los docentes, donde se puedan crear vínculos dinámicos, horizontales y articulados que con certeza favorecerán a la institución educativa. Se deben facilitar las herramientas necesarias útiles para brindar una educación de calidad y equitativa para el desarrollo integral de todos sus estudiantes.
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