Cuando la didáctica ayuda a pensar
Cada ser humano, creado a la imagen de Dios, está dotado de una facultad semejante a la del Creador: la individualidad, la facultad de pensar y hacer. Los hombres en quienes se desarrolla esta facultad son los que llevan responsabilidades, los que dirigen empresas, los que influyen sobre el carácter. La obra de la verdadera educación consiste en desarrollar esta facultad, en educar a los jóvenes para que sean pensadores, y no meros reflectores de los pensamientos de otros hombres. (Elena de White, La educación, versión online).

Pensar es una actividad cerebral que se manifiesta en ideas, que surgen de la interacción del estudiante con el medio que lo rodea. Es en esa interacción que los docentes podemos intervenir para desarrollar diferentes habilidades en el pensamiento de los alumnos, brindando estrategias transversales que potencien habilidades mentales en las distintas materias.

En este artículo se plantean algunas estrategias que benefician el desarrollo de habilidades del pensamiento crítico y creativo.

Pensamiento crítico

Habilidades y competencias

  • Resolución de problemas.
  • Análisis y evaluación de la información.
  • Recepción de la información y cuestionamiento sobre ella.

Estrategias

  • Observar y obtener conclusiones. Cuando el alumno va realizando observaciones y obteniendo información de objetos, acciones, etc. será capaz de sacar sus propias conclusiones y emitir juicios de valor. En ese proceso nuestra intervención debe ser medida y muchas veces organizada de tal forma que nuestro discurso educativo no interfiera en la adquisición de habilidades del alumno. Por ejemplo, cuando pregunta “¿Por qué?” utilicemos la estrategia del desafío: “¿Por qué crees?” De esta manera lo estamos alentando a elaborar sus propias conclusiones.

  • Comparar y contrastar puntos de vista y diferentes temas. Detectar las diferencias y semejanzas de diferentes objetos o acciones les ayudará a analizar y categorizar la información. Un ejemplo sencillo es que comparen y contrasten dos frutas. Dejarlos describir de todos los modos que se les ocurra, desafiándolos a utilizar todos los sentidos. También se puede comparar y contrastar historias; analizando personajes, características, la trama, el desenlace, etc. y a su vez marcar las similitudes y las diferencias.

  • Discutir y analizar. Las ideas principales de un texto pueden ser fácilmente detectadas cuando el alumno tiene que narrar en sus propias palabras una historia, un texto, una experiencia, etc. Hacer preguntas o desafíos que no obtengan su respuesta directamente en el texto, los conducirá a realizar inferencias y elaborar sus propias conclusiones basados en la comprensión. Por ejemplo: “¿Qué piensas del personaje principal?” “¿Cómo hubieras actuado si fueras tú el protagonista?” Pregunte de tal forma que las respuestas lo lleven a analizar el carácter de los personajes, la historia o el entorno donde se desarrolla. Incentívelos a que comparen la historia con su vida. De este modo los estamos ayudando a que desarrollen la habilidad de “síntesis” importante para utilizar y aplicar diferentes ideas e informaciones.

Pensamiento crítico

Habilidades y competencias

  • Creatividad en el manejo de la información y en la resolución de problemas.
  • Curiosidad.
  • Búsqueda de soluciones alternativas.

Estrategias

  • Incentiva la capacidad de resolución. Motivarlos a que encuentren la forma de hacer algo según sus dones y talentos individuales. Por ejemplo, frente a una historia, preguntar de qué manera lo habrían hecho ellos, cómo lo hubieran resuelto, qué cambiarían de las acciones realizadas por los protagonistas. En el caso de una situación en matemática, desafiarlos a buscar alguna forma diferente para resolver un problema. Lo importante es no utilizar el método repetitivo donde el alumno debe responder tal cual lo decía el texto o guiarlos a una respuesta esperada.

  • Utiliza las herramientas tecnológicas. Es tiempo de utilizar más las TICs en el aula, ver películas, escuchar música, búsqueda en la web y muchas opciones más. Desafiar a nuestros alumnos a analizar canciones, debatir sobre un documental, etc. Utilizar estas herramientas para fomentar el pensamiento crítico y creativo.

  • Dramatizaciones y gamificación. Representaciones y creación de vídeos son actividades que los entusiasman y seguramente se compenetrarán tanto que querrán aprender más acerca del tema de estudio. Otra opción es la creación de diferentes juegos con los contenidos que se están trabajando en el aula. Pueden ser juegos de mesa, una trivia, algún formato de programa de televisión. Además, deberán armar las reglas que regirán el juego. El docente podrá implementar nuevas tendencias en la gamificación.