La interacción entre docente-alumno en el ambiente del aula posibilita el aprendizaje. Esta relación fomenta conductas específicas para el contexto educativo, trasmisión de información, percepciones y diversos procesos. Hoy nos referimos a los aspectos de la comunicación no verbal (en inglés, nonverbal immediacy) y cómo se relacionan con el estilo de aprendizaje de cada alumno. La comunicación no verbal influye más de lo que se cree en los resultados académicos de los estudiantes.
Múltiples estudios concluyen que las diferentes conductas no verbales influyen en la motivación y en el sentimiento afectivo de los estudiantes hacia el aprendizaje (ver, por ejemplo, la investigación de Helena Álvarez de Arcaya Ajuria, titulada Influencias de la comunicación no verbal en los estilos de enseñanza y en los estilos de aprendizaje).
¿Cómo utilizar estas herramientas no verbales para que sean un beneficio en nuestras aulas? Algunas sugerencias:
Lo que comunicamos y lo que queremos comunicar a veces no coincide. Una sabia frase señala: «No es lo que uno dice sino lo que el otro entiende». El secreto está en conocernos a nosotros mismos, que cada docente tome conciencia de la influencia de la comunicación no verbal, centrándose en transmitir confianza, convicción, alegría y esperanza en que los alumnos son capaces de alcanzar sus metas. Esto hará de nuestra tarea un proceso eficaz y satisfactorio sin más esfuerzo que el de ser auténticos.
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