Los niños están en un lugar muy desfavorable porque, por un lado, no tienen todavía desarrolladas las capacidades que les ayuden a entender el concepto de muerte, y por otro, los adultos no solemos estar lo suficientemente preparados para ayudarles a entenderlo y usamos estrategias erróneas, tales como evitar hablar del tema, o el uso excesivo de metáforas.
Los niños son personas y el duelo es personal, por eso nadie puede proteger a sus hijos del dolor de una pérdida. Lo que sí podemos hacer es ayudarlos a desarrollar habilidades de afrontamiento saludables. Al hablar de este tema, la mayoría piensa en la muerte de un ser querido. Sin embargo, los cambios en la vida, el divorcio de los padres, las mudanzas o la muerte de una mascota, también pueden constituir pérdidas significativas para los niños.
Los niños están en un lugar muy desfavorable porque, por un lado, no tienen todavía desarrolladas las capacidades que les ayuden a entender el concepto de muerte, y por otro, los adultos no solemos estar lo suficientemente preparados para ayudarles a entenderlo y usamos estrategias erróneas, tales como evitar hablar del tema, o el uso excesivo de metáforas.
Algunos niños quieren hablar de la persona que murió, mientras que otros no quieren compartir sus sentimientos en absoluto. Como las reacciones al duelo son tan variadas, es importante no asumir lo que un niño puede o no estar viviendo. Las siguientes son señales que los niños expresan para buscar apoyo emocional:
- Problemas continuos para dormir o sueño agitado
- Cambios repentinos en el apetito
- Incontinencia urinaria o enuresis
- Baja autoestima o depresión
- Distanciamiento y/o rompimiento de relaciones familiares o con amigos
- Comportamiento agresivo
- Falta de interés en realizar las actividades que solía disfrutar
- Enojo, culpa o vergüenza
- Falta de ganas de ir a la escuela
A veces, los adultos que tratan de proteger a los niños del dolor de la pérdida, a menudo tratan de protegerse a sí mismos. Tenga en cuenta estas sugerencias para cuando los niños lidien con el dolor:
- Estimule a los niños a expresar sus sentimientos.
- Mantenga la constancia de las rutinas y cuidadores tanto como sea posible, y siga estableciendo límites en el comportamiento. El cuidado, la constancia y la continuidad ayudan a los niños a sentirse seguros.
- Sin abrumar a su hijo, comparta su duelo con él. Expresar sus emociones puede incitar a su hijo a compartir sus propias emociones.
- Ayude a su hijo a entender que el duelo normal conlleva muchas emociones, incluido el enojo, la culpa y la frustración. Explíquele que sus emociones y reacciones pueden ser muy diferentes de las de los adultos.
- No mentir respecto al fallecimiento del ser querido.
Hoy podemos abrazar esta hermosa promesa:
«El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado (Salmos 34:18)»
Los cristianos creemos que un día la muerte ya no existirá más. ¡Un fuerte abrazo!
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