No toda la información es privada. Lo que se publicó en Internet, aunque pasen los años y aunque se haya eliminado el contenido de la página principal, sigue quedando en el ciberespacio.
Muchas personas desconocen que la información que se publica en línea no es de carácter privado; es decir, cualquiera puede acceder a esa información. Es muy importante ser conscientes de lo que estamos publicando en Internet. Por este motivo, es necesario conocer los riesgos a los que se está expuesto cuando utilizamos las redes sociales, para evitar pasar malos momentos y así poder tener una navegación segura y confiable.
¿Qué es el cyberbullying?
Es el uso de los medios tecnológicos (Internet, celulares, redes sociales, videojuegos online) para ejercer el acoso psicológico entre iguales. Son actitudes intimidatorias, agresivas, intencionadas y repetidas que buscan humillar a las personas. El agresor puede ser visible o anónimo. Puede atacar mediante videos, fotos, mentiras, etc. Las víctimas sienten angustia emocional y preocupación, que puede desencadenar en consecuencias físicas graves. No estamos hablando del acoso o abuso de índole sexual, ni de esos casos donde interfieren personas adultas. Más bien nos referimos al sometimiento entre iguales.
Prevención:
Controlar el acceso a Internet: no publicar información personal y privada (teléfono, nombre del colegio, etc).
No tener contactos desconocidos.
Conocer los riesgos a los cuales puedo verme enfrentado en la red.
Diálogo abierto: dialogar con un adulto de confianza si fuere necesario, para ayudar a enfrentar el problema.
Control parental: permite filtrar sitios y contenidos que son peligrosos para los menores.
Recomendaciones ante un caso de cyberbullying:
Si te molestan, abandona la conexión.
No facilitar datos personales.
Advierte a quien abusa de que está cometiendo un delito.
No contestes a las provocaciones, ignóralas.
Y principalmente, no hagas en la red lo que no harías cara a cara.
¿Qué es el cybergrooming?
Son acciones realizadas con el fin de establecer una relación y un control emocional sobre un menor. El adulto entra a páginas frecuentadas por adolescentes, haciéndose pasar por uno de ellos. Se va ganando la confianza del niño, de a poco, y luego comienza el chantaje, la humillación y las amenazas.
Prevención:
No proporcionar imágenes o información comprometedora.
Conocer qué se hace con el manejo de imágenes e información personal del menor.
Tener en cuenta que hablar habitualmente con un desconocido por Internet no lo convierte en conocido.
Recomendaciones ante un caso de cybergrooming:
Tomar conciencia de la realidad de la situación.
No ceder al chantaje: no brindar más información.
Pedir ayuda.
Reducir la lista de contactos.
Cambiar de perfil.
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