
La crisis económica es una constante en los países latinoamericanos. El costo de los libros de texto suele ser un motivo de preocupación para cualquier familia de clase trabajadora. El precio suele ser el argumento más común para hacer uso indiscriminado de fotocopias de textos escolares. Pero esta práctica es cuestionable.
Fotocopiar un libro es un delito, penado por la ley 11.723 de propiedad intelectual, en Argentina, y por leyes similares en otros países.
Analicemos qué implica la utilización indiscriminada de fotocopias en el ámbito escolar. Entre sus ventajas, la primera que se destaca es el bajo costo, lo que redunda en buena economía para los bolsillos de la clase trabajadora. Pero también hay un argumento pseudopedagógico: las fotocopias permiten presentar al alumno una gran variedad de material. Se puede seleccionar lo mejor de cada texto escolar y armar un nuevo «libro» con lo mejor de varios textos. Algunos hasta podrían parafrasear la frase bíblica: «Examinadlo todo y fotocopiad lo bueno».
Desventajas de las fotocopias
Por estas razones, antes de tomar la decisión de fotocopiar, deberíamos meditar en las grandes desventajas a largo plazo. Dios nos ha dado libre albedrío y el poder de tomar nuestras propias decisiones. ¿Qué haremos?
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