En este artículo veremos cómo y por qué la actividad física puede ayudar a prevenir o controlar en cierta medida la depresión en niños e incluso en adultos.
¿Sabías que hoy en día al menos un 5% de la población sufrirá un episodio de depresión antes de cumplir los 19 años? Esto es equivalente a que al menos 1 de cada 20 niños podrán desarrollar depresión y lamentablemente menos de la mitad de estos niños son tratados.
Existen diversas causas que ayudan a desarrollar estos cuadros depresivos en los niños, aunque no se conoce bien cuál es el causante principal. Pero niños que presentan herencia de antecedentes depresivos, hiperactividad y déficit de atención son más propensos a sufrir depresión.
Uno de los síntomas más claros en la depresión es, sin duda, la falta de autoestima. Esta carencia no se debe solo a tener un mal estado físico o no estar conforme con tu propia imagen. Gracias a ciertos estudios sabemos que la actividad física bien orientada, no necesariamente va a producir grandes cambios “visibles” en tu cuerpo, sino que aumentará la confianza y mejorará la imagen corporal del individuo que la desarrolle.
Beneficios de los juegos y deportes:
Generan cambios biológicos en todo el organismo.
Mejoran el metabolismo.
Ayudan a desarrollar la musculatura.
Mejoran la respiración.
Fortalecen el corazón, entre muchos otros beneficios.
Al desarrollar este tipo de actividades de forma constante se ha comprobado que el individuo es capaz de generar mayor autoconfianza (“yo puedo”) a través de metas que son propias de los juegos y deportes.
Los juegos y deportes bien orientados establecen metas para ganar, pero también establecen límites donde no todo está permitido para alcanzar ciertas metas. Los niños y adultos que comienzan a practicar algún deporte, sin importar si ganan o pierden, se proponen objetivos que quizás nunca antes han logrado y esto ayuda a tener una confianza que quizás de ninguna otra forma podrían lograr. Cabe destacar que no solo existen metas deportivas, sino también de salud. Quemar el excedente de grasas en las personas con sobrepeso, aumentar el rendimiento aeróbico y/o anaeróbico, realizar actividades que quizás antes nunca pudieron o incluso metas terapéuticas como una mejor postura o la corrección de enfermedades de la columna, tales como escoliosis, cifosis y lordosis.
Cuando la actividad física se desarrolla, se logran cambios. A veces muy visibles y otras veces no. Pero lo que no se puede discutir, es que quien la realice de una manera adecuada, obtendrá grandes beneficios. Y en este caso, uno de los más importantes, mejorar la propia imagen corporal y generar un aumento de autoestima que ayudará a prevenir o controlar enfermedades como la depresión.
Muy buena nota colega! exitos!