Cuando hablamos de alimentos saludables, automáticamente pensamos en frutas, verduras, cereales, o lo que más está de moda en estos tiempos son “los alimentos veganos”. Pero cuando nos referimos a una “merienda saludable”, hacemos alusión a una comida extra, un “recreo”.
Se ha realizado una encuesta entre 60 niños de 10 a12 años, los mismos respondieron a varias interrogantes sobre la merienda saludable. Para ellos “merienda saludable” significa “comer sano”, “no comer comida chatarra”, “comer cosas que no dañan la salud”, “consumir alimentos saludables”.
Mediante los datos obtenidos, se constata que los niños tienen conocimiento sobre la alimentación saludable y saben cuáles son los alimentos que deben consumir, pero muy contrariamente a sus palabras, entre los encuestados varios niños dijeron que no desayunan para ir al colegio, y su merienda en la escuela sería la primera comida del día, y la misma consiste, en una hamburguesa con gaseosa o jugo, en la mayoría de los casos.
Entre los niños que desayunan, la mayoría respondió que beben leche con pan o algunas galletitas o facturas (pasteles). Muy pocos respondieron que su desayuno consiste en leche con cereal o yogurt con cereal. Pero independientemente del desayuno, la merienda o recreo de ellos consiste en sándwiches, empanadas, papas fritas, croquetas, hamburguesas, galletitas dulces o saladas, y bebidas gaseosas o jugos. Una minoría merienda frutas, yogur o cereales y beben solo agua.
Como conclusión de la encuesta se puede decir que los niños tienen conocimiento sobre los alimentos saludables pero al momento de adquirir sus respectivas meriendas, optan por consumir alimentos procesados como los mencionados anteriormente.
Algunas sugerencias:
Podemos destacar una propuesta realizada por los mismos niños, de designar un día a la semana como “día saludable”, en el que todos los niños lleven frutas para la merienda.
En el kiosco de la escuela ofrezcan más variedad de alimentos saludables, como ensalada de frutas, brochetas de frutas, jugos de frutas, etc.
Para los padres, fijarse en qué están consumiendo sus hijos en los recreos, preparar una vianda para los niños por lo menos 2 o 3 veces por semana, en la que no tengan otra opción que ingerir alimentos saludables, hasta que se vuelva un hábito.
Las consecuencias de la mala alimentación son varias: niños obesos, distraídos, embotados de tanta grasa y dulces consumidos, falta de atención en la sala de clases, y otros.
Una alimentación saludable debe iniciar en la casa, pero la escuela es una gente de cambio importante para la sociedad, y si en la escuela desde las aulas promovemos la “merienda saludable”, la salud de todos se verá beneficiada.
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