Actualmente existen leyes, resoluciones, apartados y propuestas que regulan las adecuaciones educativas requeridas en cada país. Las mismas establecen las responsabilidades y procedimientos para instrumentar ajustes razonables para estudiantes de diferentes niveles y modalidades del sistema educativo.
Cuando nos referimos a la adecuación curricular, normalmente pensamos en planificación de contenidos, exámenes o evaluaciones. Aunque eso es correcto, la adecuación va un poco más allá. Implica que el docente realice ciertos cambios necesarios para atender a los niños con necesidades de atención especial.
Actualmente cada país, a través del Ministerio de Educación, sanciona leyes, resoluciones, apartados y propuestas que avalan las adecuaciones que se requieren en estos casos. Estos documentos establecen las responsabilidades y procedimientos para expedir ajustes razonables, a favor de estudiantes de diferentes niveles y modalidades del sistema educativo.
Sigue siendo función del docente la enseñanza, la planificación, el desarrollo y la evaluación de los procesos de aprendizaje del alumno con necesidades específicas de apoyo educativo. Además, puede implicar que el docente y los padres tengan que realizar varios trámites burocráticos conjuntamente con un equipo técnico, conformado por psicopedagogos, fonoaudiólogos, psicólogos, trabajadores sociales, terapistas ocupacionales y especialistas en discapacidad, en caso de ser necesario.
Qué son los ajustes razonables
Por ejemplo, según un documento oficial del Ministerio de Educación de la República del Paraguay: “…los ajustes razonables son todas las modificaciones y adaptaciones necesarias y adecuadas que no impongan una carga desproporcionada o indebida, cuando se requieran en un caso particular, para garantizar a las personas con discapacidad el goce o ejercicio, en igualdad de condiciones con las demás, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales”.¹
Por lo tanto, “…la adecuación curricular busca garantizar que se establezcan las acciones correspondientes para la creación de un modelo educativo inclusivo dentro del sistema regular, que remueva las barreras que limiten el aprendizaje y la participación, facilitando la accesibilidad de los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo”.²
Entonces, según la necesidad, el docente deberá ir ajustando la malla curricular, teniendo en cuenta cada caso en particular. Es decir, en una sala de clases, podemos tener más de un alumno que requiera ajuste razonable. Por lo tanto, los ajustes son personalizados para cada estudiante en esa situación.
Esta adecuación presenta un desafío, especialmente para escuelas pequeñas, donde no siempre existe un equipo técnico para abordar la adecuación curricular. Entonces, es el docente quien debe buscar la manera de ayudar a esos alumnos que requieren mayor atención. Y, sinceramente, muchos docentes no hemos recibido una capacitación específica para tratar con ese tipo de condiciones. Así que, queda por cuenta de los docentes, leer, interiorizarse, capacitarse, buscar ejemplos, apoyo de otros colegas, especialistas en el área y así, como siempre lo hace, realizar su tarea lo mejor posible, brindando amor, cuidado y enseñanza a todos sus alumnos.
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