
A menudo nos encontramos con niños, niñas o jóvenes con baja tolerancia a la frustración, no soportan bien los cambios y les cuesta adaptarse. Cuando enfrentan problemas, no saben cómo salir del paso. Buscan resolverlos de la forma convencional y, como no resulta, se estancan sin poder avanzar.
Hoy vamos a hablar de otra función ejecutiva, la flexibilidad cognitiva.
Es la capacidad de cambiar el foco atencional de manera adecuada, favorece el poder dar alternativas de la respuestas.
La flexibilidad cognitiva es considerada la capacidad que tiene una persona para lograr enfrentar una situación nueva y adaptarse al cambio. Los individuos con flexibilidad cognitiva, tienen la capacidad de solucionar problemas como, por ejemplo, presentar una respuesta adaptativa a los cambios que se producen en una situación específica. (torrego et al., 2011).
Trabajando esta función, podremos ayudar a que puedan adaptarse mejor al cambio y encontrar otras alternativas a las problemáticas que se le presenten.
Cómo desarrollar la flexibilidad cognitiva
Las actividades que se pueden realizar son infinitas, solo se necesita de una buena cuota de imaginación y ganas de trabajar. Al ejercitar la flexibilidad cognitiva no solo ayudamos a nuestros estudiantes a que rindan mejor en sus estudios, sino también les damos herramientas para poder enfrentar el mundo el día de mañana.
Espero que los colegas docentes puedan descubrir lo valioso que es trabajar esta función en el aula y les dé tantas satisfacciones como las que yo descubrí al trabajarlas con los niños y jóvenes.
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