
La adolescencia es una etapa hermosa y difícil a la vez. Un período comprendido entre la pubertad -que marca el final de la infancia- y el inicio de la edad adulta. Existen aspectos físicos, mentales, emocionales, espirituales, existenciales y otros que marcan el transcurso de la adolescencia.
La mayoría de los padres tienen grandes dificultades con sus hijos en esta etapa, ya que atraviesan por momentos de dudas, rebeldías, conflictos internos y externos. Sin embargo, la vida puede ser llevadera mientras reciban atención y contención. Debemos tener en cuenta que en esta edad las palabras, las órdenes o los consejos de los padres son lo peor que puedan escuchar. Los que verdaderamente influyen en su pensar y actuar son sus amigos, la sociedad, los medios.
¿Cómo lograr la contención necesaria para que nuestro hijo adolescente tenga una vida equilibrada y que el paso por esta etapa no sea tan caótico para él o sus padres?
Resumiendo, los padres deben sugerir y proporcionar actividades; hacerlos participar en las actividades escolares, en la iglesia, en la sociedad. No es una tarea sencilla, pero tampoco es imposible. Se requiere una buena dosis de paciencia, tolerancia, constancia y mucho amor.
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